viernes, 29 de marzo de 2013

¡Qué verdes eran mis brotes!

Leemos en diversos medios más o menos controlados por el PP, que lo peor de la crisis ya ha pasado. Esto es una mentira como un templo, que espero les pase factura. Aunque cada vez soy más escéptico. Desgraciadamente volverán a ganar, de igual manera que cada vez veo más claro que en Italia acabe ganando Berlusconi, ahora que parece que allí hay que volver a repetir las elecciones. 

Entre los medios mencionados incluyo al diario El País, en el cual las noticias "positivas" de economía son hoy en día ampliamente resaltadas. Y, sin embargo, intenten buscar en su hemeroteca alguna noticia económica positiva en la época del Gobierno Zapatero, no la encontrarán. Entre la población hay una inercia a pensar que el PP (léase, la derecha) maneja mejor la economía (son serios, los de izquierdas son manirrotos). Esta idea es absolutamente falsa (con esto no digo que los gobiernos de izquierdas sean siempre responsables), pero sus medios de comunicación se preocupan mucho de que esta percepción subjetiva siga primando en la sociedad.

Es necesario seguir insistiendo en la denuncia de la manipulación que ejercen los medios de comunicación. No nos fiemos de que ahora parecen equilibrados. En tiempos de elecciones volverán a las andadas. Esa es la razón por la cual en Italia se vota a Berlusconi, o en la Comunidad Valenciana se vota al PP. La gente de fuera no se lo explica y piensan que el electorado de esos lugares es idiota. Pero no, no es que su coeficiente intelectual sea distinto, es simplemente que beben de las fuentes de las que beben. Hay que estar muy concienzado, y ser advertido, para poder escapar de esa dinámica. Con esa percepción de la realidad, los "manipuladores de opinión" saben perfectamente lo que tienen que hacer para que los unos sigan acérrimos a "los suyos", o al menos voten "en contra de los otros". Y para que los otros se queden en casa. O para que voten a listas sin posibilidades. Al final, incluso con un escaso 25% del censo electoral (sólo 1 de cada 4 electores) se puede tener una cómoda mayoría.

Es increíble cómo los más acérrimos, y los no tan acérrimos pero que beben de las fuentes convencionales, acaban comprando esa mercancía informativa. Además, los "tempos" siempre benefician al PP. Sus malas noticias se dan siempre cuando no hay elecciones. Es muy similar a esto: la SER o RNE se las dan de plurales porque de vez en cuando entrevistan a alguien de IU. Pero si queréis oír estas entrevistas ya sabéis: durante un partido de fútbol de la Roja, o un Madrid-Barça, o ahora, que es Semana Santa.

Vamos a analizar cuánto hay de razón en algunos de esos "brotes verdes". Comencemos por esa fantástica disminución del déficit que se ha conseguido en 2012. Aunque algo se va sabiendo, echo en falta un análisis más completo de las cifras:

Fijémonos primero en las cifras de déficit de 2011, las últimas de Zapatero. Se llegó a la cifra del 9,4% del PIB, después de sucesivas revisiones al alza. ¿Qué había sucedido? No quiero descartar que es muy probable que el Gobierno de Zapatero puso cara de póker y ocultó parte de la verdad, pues eran meses de elecciones. Pero buena parte de la desviación se explica por el hundimiento de la economía que se produjo en el último trimestre y que dejó datos mucho peores que la peor de las previsiones. Y también hay un efecto "maquillaje" por parte del PP. En efecto, las autonomías del PP aprovecharon para sacar las facturas de los cajones. Las que habían pasado del PSOE al PP en las elecciones autonómicas ya las habían sacado a la luz, meses antes. Las que ya eran del PP dieron la noticia ya entrados en 2012, después de las elecciones generales (¿os acordáis de Esperancita, dando la noticia a última hora, después de haberse puesto la medalla de ser la C.A. que menor déficit había tenido?). Esto era un déficit "oculto", pero a mi juicio, no se había generado sólo en 2011, ya venía arrastrado de varios años. Pero sin duda venía muy bien para echarle las culpas de todo a Zapatero, y de paso para poner el listón muy fácil para mejorar en 2012. Por último, en ese déficit del 9,4% incluimos las ayudas a la banca, aunque es cierto que en ese año no serían tan importantes como en 2012. Pero ya no comparamos cifras homologables.

Y ahora fijémonos bien en las cifras de 2012. ¡Qué bien quedó Rajoy con su 6,7% en el Debate del Estado de la Nación! ¡Vaya proeza! Pero ya vemos que la cifra de comparación (del déficit de 2011) está hinchada. ¿Y qué decimos de la cifra de 2012? Por de pronto ya tenemos el primer toque de atención: la UE nos dice que esos trucos de las devoluciones, pues que no cuelan. Tú no te pones colorado de vergüenza, Montoro, porque no la tienes. Pero has puesto al país a la altura de los que engañan, y eso es una bofetada a vuestra querida "marca España". 

Evidentemente, no se ha tenido en cuenta el déficit del rescate de la banca. Si lo tenemos en cuenta, el déficit de 2012 es claramente mayor que el de 2011, si bien hay que reconocer que la "mierda" que tiene la banca no se produjo en un solo año. En todo caso, si se quieren comparar cosas homologables hay que descontar esos mismos conceptos en el año 2011. 

Me pregunto más cosas. Si se adelanta el pago del Impuesto de Sociedades, ¿no es eso también un "trilerismo" contable? Ese efecto no va a existir en 2013 (bueno, sí, porque se han inventado otro efecto “trilero” para este año, las retenciones de los administradores de las Sociedades, que ya lo estoy sufriendo). Y ¿qué decir de cerrar las contabilidades de las Comunidades Autónomas un mes o dos antes de que acabe el año? Y aun me pregunto, ¿habrá tenido alguien la tentación de volver a meter facturas en los cajones? Yo no lo descartaría. 

Me temo que ese "milagro de la reducción del déficit" es pura propaganda. A ver qué resulta este próximo año. Ahora lo tienen más difícil.

Lo curioso es que para enterarse de todo esto hay que estar muy pendiente de las noticias, leer entre líneas, y además, poner  todos los datos y sospechas juntos, cosa que no hace nadie en los medios convencionales.

Pasemos a analizar la siguiente trola inmensa: en la segunda mitad del año comenzaremos a ver la luz de la recuperación de la economía. Pues lo dudo mucho, hay que seguir con los ajustes. Ayer mismo el Banco de España dio unas previsiones muy sombrías para 2013. Eso sí, prevé una tibia recuperación para 2014. Repasen las previsiones del B de E., o de la U.E. o del Gobierno, o de la OCDE de los últimos años. Todas coinciden en que el año que analizan no, pero que el siguiente año ya se empezará a salir de la crisis. ¿Es que alguien ve algún elemento positivo para pensar que esta vez si se producirá la inflexión?

El Gobierno de España se aferra al único dato positivo de la entrada de capitales en España, pero que muy poco tiene que ver con la evolución de la economía, que seguirá en contracción, pues los esfuerzos para corregir el déficit siguen siendo decisivos. Como mucho, si los tipos de interés son aceptables, se evitará el rescate, que no está ni mucho menos desechado, como también aseguran. Y ojo con la prima de riesgo, que nos puede dar nuevos disgustos a la mínima. Eso sí, siempre tendremos la excusa de Chipre o Italia, si las cosas van mal. Porque si van bien, es indudable que será por el indudable savoir-faire de este magnífico gobierno.

Las cifras del paro comienzan a reflejar un hecho que les va a servir para ponerse medallas: El paro se modera, pero ello sucede porque la gente emigra. También influye la composición de la pirámide de población (no llegan muchos jóvenes nuevos a incorporarse al paro). Por ello a partir de ahora es más instructivo conocer la evolución de los cotizantes a la Seguridad Social (que mide la creación o la destrucción de empleo) que la evolución del número de desempleados.

En fin, en cuestión de prensa refugiémonos en nuestros amigos, como el economista José Carlos Díaz (escribe en Cinco Días), que ya sabe que esta política económica nos lleva al desastre. O, en otro registro bien diferente, pero con una lucidez similar, en Emili Piera. No todos los días está tocado por la gracia de Dios (que era el lema de Francisco Franco, ¿recordáis la frase acuñada en las monedas de entonces?), pero el día que lo está es un placer leerle. Resalto estas frases memorables de su artículo del martes:

La palabra clave, como ya habrán adivinado, es respeto, que siempre es algo superior a la tolerancia que, a su vez, es mejor que el consentimiento. Conviene ir afinando por lo que voy a decir: no hay religiones intolerantes, sino versiones intolerables y eso incluye a ciertos laicos convencidos de que la lucha contra la religión es parte de un proyecto emancipador. 

Sobre la sentencia anterior, ¿recuerdan unos artículos de este blog (bastante antiguos) sobre los pecados de la izquierda? Pues se referían al mismo tema, pero sin su estado de gracia. 

Más adelante, en el mismo artículo, Emili nos regala otra perla:

(...) pero eso no impide que algunos colegas extremos traten de imponer hasta el largo de la falda en algunos barrios de Jerusalén cuando esos culitos judíos proclaman la gloria del Señor, la misma que allana montañas, resuena en los valles y cristaliza en un bebé o un gato dormidos junto a la geometría tibia de una ventana. 

Emili nos canta las verdades del barquero. Pero en vez de cabrearnos, nos deja con una sonrisa en los labios. Esto se agradece.