sábado, 25 de junio de 2011

Una oferta de pacto a los poderosos

Me ha llamado la atención unas declaraciones de un gran empresario, en las que decía que ciertos movimientos se sabe bien cómo comienzan, pero no cómo acaban. Y que nos acordáramos de los años cuarenta, aunque quizás se quería referir a los treinta.

A este señor, y a todos los de su estatus, les debemos señalar que recapaciten, que las condiciones ya no son las de hace apenas un año. Que hemos descubierto el engaño en el que nos han tenido los últimos veinticinco o treinta años, y que no estamos dispuestos a seguir igual. De momento el movimiento 15-M no está pidiendo, salvo alguna minoría, ninguna revolución anarquista o bolchevique. Tan sólo se pide un reparto más equitativo de las cargas de la crisis, algún tipo de castigo para los máximos responsables de la misma (¡qué curioso que el único que ha sido encarcelado de manera fulminante, el Sr Madoff, tuvo la desfatachez de estafar a los ricos!) y algunos cambios en el sistema para que, en adelante, las cosas no vuelvan a ir por los mismos derroteros que antes.

Cedan algo, aunque sea sólo por su propio interés egoísta. Miren, aunque a corto plazo ustedes, los poderosos, pueden salir beneficiados si las cosas siguen como están, juzguen si a la larga no hay un elevado riesgo de que no sea así. No sólo las posturas pueden radicalizarse, con lo que la situación social puede devenir explosiva, sino que, aunque consiguieran controlar el malestar social, nos íbamos a dirigir a una sociedad mucho más estancada. Una sociedad con un alto porcentaje de excluidos es una sociedad que desperdicia sus esfuerzos. Si no hay consumidores, no hay productores. Las clases sociales serían más compartimentos estancos, pero también habría menos espacio arriba. Muchos de ustedes correrían el riesgo de pasar al escalón de "los de abajo".

¿No creen que es preferible ceder algo en pos del bien común? ¿No se dan cuenta que los que no tienen nada que perder pueden arriesgarlo todo? Si su respuesta es pasiva (nos hacemos los locos) o negativa (violenta), podría ser que el movimiento 15-M, y aún peor, la enorme cantidad de gente que lo apoya, ya no fuera tan civilizado.

 Creo que la ciencia económica "correcta a largo plazo" deriva de aplicar el sentido común. Yo no estoy en contra del "pacto del euro" si lo de lo que se trata es de mantener un rigor en las cuentas públicas. para mí no existe la alternativa keynesiana porque estamos en unas sociedades que han alcanzado (o superado) el límite del endeudamiento sensato. Pero tampoco hay margen de recaudación y sacrificios en las clases populares. Estas recetas sólo causan mayor contracción del consumo alimentando una espiral diabólica de menores ingresos, luego más sacrificios, luego menos ingresos...La solución pasa por detraer recursos de quienes los tienen de sobra. No deberían de preocuparse demasiado, no pido variar su posición en la escala social, tan sólo quiero que ésta no esté tan estirada, que las distancias se cntraigan un poco. Con ello reactivaríamos el consumo y, con suerte, comenzaríamos a mejorar.

El Coronel Dax y muchos más quedamos a la espera de su respuesta, señores. No la demoren.

martes, 21 de junio de 2011

El tratamiento del movimiento del 15-M en los medios.

Hasta ahora me ha ocurrido que, mientras estoy escribiendo una entrada en el blog, ya tengo en la cabeza cuál sería el siguiente tema. La semana pasada no pensaba hablar del asunto que da título a este artículo. Y sin embargo, la actualidad manda y me parece muy conveniente reflexionar sobre cuál es la actitud de los medios de comunicación respecto del movimiento 15-M. Cuando hablo de medios de comunicación quiero referirme a lo que mi admirado maestro Vicenç Navarro (no os perdáis su blog) denomina los "medios de comunicación convencionales", que son los que tienen  las máximas audiencias, por contraposición a los innumerables blogs y páginas web absolutamente libres que existen en internet.

Partamos de la premisa, aportada por estos mismos medios y que partían de resultados de encuestas, de que el 15-M despertó una enorme simpatía en la sociedad española. En otros países también ha causado un gran impacto. Parece, sin embargo, que sólo en los países que más sufren los recortes, como es el caso de Grecia, este movimiento ha tenido una capacidad de movilización similar a la de aquí. Tampoco la situación política y mediática de España es extrapolable a otros países.

Consideremos también la premisa irrefutable de que prácticamente todos los grupos de comunicación españoles están en manos de grandes corporaciones, españolas y extranjeras. Y de esto no se salvan los medios que se consideran "de izquierdas". Primera conclusión: debemos desconfiar de "todos" los medios. Debemos de contrastar las noticias que nos dan, incluso "los nuestros", con otras fuentes de información alternativas. "Los nuestros" son los más peligrosos, porque nosotros somos su público a convencer, la "segmentación de mercado" en lenguaje de márketing. Y, como activistas de la Nueva Democracia, debemos particpar en expandir el desprestigio de estos medios diciéndoselo a nuestros amigos y familiares, para que esta cadena acabe de hundirlos.

Como anécdota os comento que mis primeras sospechas sobre los "intereses" de los medios se produjeron hace ya muchos años y en noticias internacionales, concretamente con el triunfo del GIA en las elecciones de Argelia y con el golpe fallido contra Chaves en Venezuela. Me llamó poderosamente la atención que "mis" medios no respetaran la democracia, aunque las opciones elegidas por las poblaciones no fueran las que más nos agradaran. Y, sin embargo, en Israel siempre había que respetar que gobernaran partidos de extrema derecha, porque era un país "democrático".

Cierro este pequeño paréntesis para centrarme en el tema de los medios y el 15-M. Es evidente que todos los medios convencionales, al igual que muchos políticos, pues no son sino la otra cara de la misma moneda, han quedado descolocados y por ello se les ha visto el plumero desde los primeros instantes. Algunos patinazos fueron memorables. Pero, pasado el desconcierto inicial, hemos ido viendo básicamente dos líneas principales de tratamiento:

La línea más clara es la de la "derecha extrema". Estos medios son una verdadera bazofia. No informan, deforman. Y peor aún, si los hechos no concuerdan con sus fines, "inventan" una realidad paralela, mintiendo con todo el descaro. Tienen a sus lectores muy "educados" a tragar lo que les echen, por lo que no les es difícil lanzarse de una argumentación a su contraria, y lo pueden hacer sin red. Y es que, curiosamente, el desprestigio de los políticos es un argumento que ha sido promovido por la derecha, porque le ha interesado electoralmente. Este argumento desincentiva de votar mucho más a los de izquierdas que a los de derechas. Ahora ven, con razón, que el argumento se les vuelve en contra, si no en el corto plazo, sí a medio o largo plazo. No hace falta que comentemos cómo ha tratado al movimiento 15-M, porque todos lo conocemos de sobra. En fin, la mayoría der los seguidores de tales medios necesitan una cura de desprogramación, como a los miembros de una secta siniestra, pues como tal han sido conducidos.

Los medios restantes han seguido una línea más sutil de desprestigio, si bien con diversos matices entre ellos, dando más o menos coba al movimiento, en función del porcentaje de lectores (o televidentes) implicados en el mismo. En esta labor han contado con la colaboración de los políticos y, pudiera ser, de algunos miembros de la policía, aunque de esto último sólo hay indicios.

El gran momento de gloria de los "indignados" había sucedido con el desalojo de la Plaça de Catalunya, para su "limpieza". El tratamiento de los sucesos de Barcelona delante de les Corts fue su revancha. No hay duda de que esa manifestación fue un grave errror cometido por el mivimiento 15-M, pero si no hubiera sido por esto, se hubiera buscado otra excusa. Vaya por delante que no apoyo la actitud violenta de parte de los manifestantes. Pero si de verdad los manifestantes hubieran querido impedir el paso de los diputados a Corts, ¿habrían podido llegar todos al pleno? Si los manifestantes hubieran sido de verdad mayoritariamente violentos, ¿no habría habido algun diputado que hubiera recibido algún golpe? Comparemos dicha manifestación con una manifestación realmente violenta. No hace falta ir muy lejos en el tiempo, hubo algunas esos días, en Atenas, en Chile o en Vancouver, y no hay comparación. En los medios se exageró hasta lo indecible, comparándolos con la "kale borroka" e incluso con el golpe de Tejero. Algo similar ocurrió con la detención, sospechosamente coincidente en el tiempo, de tres miembros de "Anonymous", que, según creo, tienen algo que ver en la gestación del movimiento del 15-M. Entiendo que se les pueda tratar como delincuentes, si lo que hacen está considerado como delito, pero ¿"ciberterroristas" (esta ha sido la palabra empleada)? Se ha afirmado que la OTAN los tenía fichados de manera similar a como tiene a Al Qaeda. ¿Alguien piensa que son delitos comparables? Very strong, ¿no?

A pesar de que el tratamiento de los sucesos de Barcelona ha conseguido debilitar los apoyos sociales del 15-M, el grado de simpatía siguió siendo alto entre la población. Este pasado sábado los mmedios "de izquierdas" daban coba al movimiento (orden de dirección: no podemos perder a nuestros lectores potenciales) y algunos medios impresos de derecha moderada también traían artículos favorables al movimiento. Y algún político del PP intentaba atraer la simpatía de los favorables al 15-M. No puede haber otra razón sino que tienen constancia de que hay también peperos en dicho movimiento.

¿Y después de la manifestación del día 19? Todos, incluso los de izquierda, se han quedao con las cifras más bajas de asistencia. Bueno, los de CANAL 9, maestros de la manipulación hasta la náusea (a los que así actúan, ¿se les puede llamar demócratas?) hablaron de "cientos de personas" (un cálculo neutral no bajará nunca de 25.000 personas) y no ofrecieron imagen alguna de la manifestación de Valencia (entrevistaron a 3 manifestantes, pero separados de la manifestación). ¡Increíble, pero cierto! El lunes, en la edición digital del LEVANTE-EMV una foto de la manifestación...sí, sí... pero, ¡de su cola!. Se ven los últimos manifestantes y el resto de la calle vacía: la impresión que dan es que son sólo unos pocos. ¿Qué podemos esperar de estos medios? Espero que, estos días, hayan cavado su propia tumba.

He puesto estos ejemplos, pero los hay más, antes y después del 19 de junio. J.R. Lucas, de RNE, al que tenía en alta consideración, y Vicente Vallés de Canal 24 h, otro periodista que parecía moderado, realizaron sendos ataques más que encarnizados contra los indignados en sus respectivos programas ... Y como ellos, ¡tantos otros!

¡Ponlos tú también en evidencia! ¡Ayúdanos a enterrarlos!

domingo, 12 de junio de 2011

Democracia y corrupción

Voy a exponer, muy someramente para no aburrir, algunas ideas para limpiar la corrupción de la vida política. Son muy genéricas, en el sentido de que pueden ser apoyadas por la gran mayoría de las personas, sean de izquierdas o derechas, basta solo con que se tenga la idea de que la corrupción no es una opción moral. Son propuestas fáciles de aplicar, pues es sufucuente con poseer la voluntad de hacerlo, aunque no nos detendremos en analizar cuál sería la estrategia para ponerlas en marcha.

Recomiendo que éste sea uno de los temas fundamentales en el que deben incidir los "indignados", movimiento al que desde estas líneas le expreso mi apoyo, aunque no comparta todas sus decisiones. Ellos han abierto la puerta de la esperanza en un futuro mejor. Por desgracia, es muy posible que sea ésta la última esperanza de que la corriente de fondo del pensamiento de la sociedad occidental pueda girar en sentido positivo. El camino no va a ser fácil, pues las "inercias" todavía son absolutamente negativas y deprimentes. Y porque creo que si el movimiento cuaja se lo intentará sabotear. No olvidemos que los medios de comunicación convencionales son, hoy en día mucho más que nunca, unos instrumentos muy poderosos al servicio del establishment económico.

Hoy en día la llegada al poder de un determinado grupo supone un inmenso negocio para sus componentes. El "grupo" es algo más que el partido político, y que hay que incluir a los periodistas, publicistas, medios de comunicación, grupos empresariales, jueces, que lo apoyan. Sus actuaciones son a menudo atentados contra la ley de la igualdad de oportunidades, asignando negocios o puestos de trabajo a personas por el simple hecho de ser cercanos al que tiene el poder de decisión.

 El negocio no lo es tanto por los sueldos de los políticos y todo tipo de enchufados, sino por los presupuestos que se manejan y que implican la posibilidad de favorecer a dicho grupo con las decisiones económicas que se van a tomar: Un plan de urbanismo, una privatización, una concesión, la creación de una empresa pública o una fundación pública... Todas ellas son decisiones con implicaciones para los bolsillos de los contribuyentes de mucho mayor calado que los sueldos de los políticos. Aunque la crisis va a reducir considerablemente este pastel, es hora de que comencemos a exigir una rendición de cuentas mucho más rigurosa. ¿Cómo puede ser que en nuestra reunión de vecinos de escalera nos pongamos como locos por un gasto de centenares de euros y no lo hagamos con gastos y dispendios de millones de euros en los que incurren nuestros gobernantes? ¡Deberíamos exigir hasta el último céntimo!

Un sueldo típico no muy elevado cuesta un 40% de Seguridad Social (contando lo que paga la empresa y lo que paga el trabajuador, pero es indistinto quién lo paga). De lo que queda el 30% se iría en IRPF. Y de lo que queda un 18% se va en IVA. Y aún nos queda la contribución, los impuestos del carburante, el de matriculación, las multas y tasas diversas. Haciendo números nos queda alrededor del 37% para nosotros. Es cierto que la administración nos devuelve una parte en forma de pensiones y servicios. Pero administra bastante más de la mitad de nuestra producción neta, lo que da una idea del enorme negocio que supone alcanzar el poder en cualquiera de las administraciones.

Tomemos por ejemplo el urbanismo, que es la madre de todas las corrupciones, aunque hoy esta gallina de los huevos de oro esté esquilamada. Por una línea trazada en un plano el propietario de un terreno, que era rural, pasa de que éste valga 1 a que valga 10.000, porque ahora es urbano. Estupenda renta para alguien que, ¿cuál es el servicio que ha prestado a la comunidad? Esto lo aceptamos con naturalidad, pero podría ser de otro modo, que parece mucho más justo: si la comunidad, por una decisión administrativa produce una plusvalía, ¿no es más lógico que ésta sea de la comunidad? El proceso sería muy sencillo: se expropian los terrenos que se vayan a recalificar (como lo que son: rurales) y se revenden en pública subasta una vez recalificados: el beneficio, para el ayuntamiento. Si no hay tentaciones no hay pecados, y de paso mejoramos la financiación municipal.

Una segunda fuente de corrupción son las obras. Y que además constituyen una de las bases que han llevado a la política el populismo más repugnante. Bien sabéis a los extremos que se ha llegado con los aeropuertos, AVES y demás pájaros. Hay muchas propuestas que se pueden realizar en este apartado, pero hay una que me parece especialmente simpática: Prohibir la propaganda de una obra mientras ésta no esté pagada. En vez de fomentar la colocación de la última piedra, que se "inaugure" la obra cuando se produzca la cancelación del último plazo de pago. En la puerta de todo hospital debería figurar bien grande una placa con el coste que ha supuesto (o va a  suponer) el mismo dividido por el número de familias o de contrubuyentes que lo sufragan, así como la fecha en la que se terminará de pagar el mismo. ¿No tenderíamos a hacer sólo las obras imprescindibles?

No es difícil pensar en sistemas con un aceptable grado de infalibilidad para otras decisiones tales como la contratación de personal, la compra de suministros o servicios y para las concesiones y las privatizaciones. Hay ejemplos de procesos justos, como puede ser el examen MIR. En todo caso los procesos deberían ser todos absolutamente transparentes. Una parte de las mesas de contratación deberían ser ciudadanos anónimos y elegidos al azar.

La lucha contra la corrupción no se debe detener ahí. Hay que castigar a los culpables de manera ejemplar. Las penas de cárcel para los delitos económicos deben ser proporcionales al daño causado a la sociedad. Los procesos deben ser cortos, la prescripción de los delitos no debe existir y, puesto que es difícil recuperar lo sustraído se debe impedir que su disfrute. Es lamentable el espectáculo actual, que parece invitar a la corrupción, porque se da la sensación de impunidad. Se ofrece el mensaje de que el que no se aprovecha es tonto.

Una sociedad más libre de corrupción es una sociedad más justa. Los esfuerzos de sus individuos además se orientan en mayor medida hacia el bien común y la creación positiva, por lo que es una sociedad que tiene asegurado el progreso. La famosa frase de Graham Greene es muy ingeniosa, pero no es cierta: pueden conseguir algo más que el reloj de cuco. Una sociedad corrompida fomenta actitudes insolidarias. Comparemos el progreso de los países con menores índices de corrupción, como los países nórdicos, y otros países donde la corrupción ha alcanzado altas cotas. La degradación moral que se produce en estos últimos acaba siendo en numerosas ocasiones el caldo de cultivo del crimen y las mafias.

jueves, 9 de junio de 2011

Imbéciles

Pues bueno, no he terminado de pulir la primera entrada de este blog y ya estoy comenzando la siguiente. Es que esto engancha, muchachos. Espero ir cogiéndole el truco a redactar los artículos, para que sean más amenos. Me costará un poco, porque acostumbrado a redactar informes técnicos creo que todavía resulto un tanto plúmbeo, lo confieso. En fin, no estoy muy dotado para frases poéticas como esta del movimiento 15-M, que dice: "si vosotros no nos dejáis soñar, nosotros no os dejaremos dormir". Pero tiempo al tiempo que es cuestión de practicar.

Este insulto que me ha salido de título no es sino un grito irrefrenable que me ha surgido como una explosión de rabia al leer varios artículos de diferentes medios de comunicación durante estas últimas semanas. Tras la reacción emocional, ha llegado la reflexión pero esta me ha conducido a la misma conclusión: ¡imbéciles!. Sí, imbéciles: este es el tipo de sociedad a la que nos quieren transportar los medios de comunicación convencionales, una sociedad de imbéciles. Para quien no lo sepa todavía, todos los medios convencionales están en manos de grandes corporaciones. El problema principal de la democracia, muy especialmente de la española, no son los políticos, ni la corrupción, ni los jueces: son los medios de comunicación. Un articulista en un medio no convencional, al que pido disculpas por no citar su nombre porque no recuerdo dónde lo leí, los denominó la "industria de la opinión". Esta industria es la encargada de fabricar políticos ineptos y ciudadanos imbéciles. Si queremos la famosa DRY, hay que incidir en desprestigiar a esta prensa de nada ocultos intereses.

Hecha esta "indignada" presentación, quiero compartir los artículos que me han sacado de quicio durante estas últimas semanas.

1 - En un respetado medio de comunicación, cuyo éxito creo que estriba en dar cotilleos por información seria, me topé con el primer artículo que merece su comentario de texto. Era un artículo de opinión en  la sección de economía. La articulista, con su rimbombante título de master of the universe, comentaba las malas perspectivas para el comercio cuando, de pasada, soltó algo así como que "la excepción eran los comercios chinos que, como todo el mundo sabe, no pagan impuestos".

Si los comerciantes chinos leyeran la prensa española posiblemente le pondrían una querella a este ejemplar de los tiempos que corren.  O no, para qué. Ella seguro que tiene los datos concluyentes. Y es que la Agencia Tributaria sólo castiga a los españoles de bien, los chinos tienen bula. Bula, la mujel del bulo. Nuestra insigne articulista, bien al contrario, tenemos constancia fehaciente de que declara y paga hasta el último céntimo de sus deudas tributarias.

2- Creo que han sido todos los diarios convencionales, abarcando todo el espectro político, que han comentado el disgusto de los comerciantes de la Puerta del Sol con los manifestantes del movimiento DRY.

Y tendrán razón dichos comerciantes, aunque parece que hay otros que están haciendo su agosto. Es su negocio y deben defenderlo. Pero los medios deberían ser otra cosa, deberían estar por el Bien General, antes que por el particular. Si los comerciantes están molestos porque han perdido quince días de negocio, ¿cuánto pierden los que ya no cobran una prestación de paro, o los jóvenes que llevan años buscando un empleo sin conseguirlo?

3- Sigamos con el movimiento DRY, que es lo que está de moda. Sitúenme. Estoy en la peluquería, esperando mi turno. Hojeo un diario regional (en verdad no es ni regional, apenas local o, como mucho, provincial) que tiene toda una página dedicada a denunciar las irregularidades del movimiento 15-M, exhibiendo las correspondientes fotos que lo atestiguan, y urgiendo a la policía local a que imponga multas. ¿Los delitos que denuncia? Muy graves: es que atan las pancartas a farolas públicas, aparcan las bicicletas indebidamente, pegan carteles en los bancos públicos. Incluso... ¡hay un perro sin correa!

Recomiendo a la redacción del citado periódico que tenga un poco de paciencia. Estos incívicos  manifestantes llevan sólo quince días delinquiendo. Yo llevo décadas observando el colegio que hay al lado de mi casa. No viene al caso decir que es un colegio religioso, pero a los más rojos esto les pone. Todos los días, de lunes a viernes, a las horas de entrada y salida de las clases, los papás y/o mamás ocupan varios carriles de la calle, vamos creo que dejan libre uno en plan simbólico. En el recorrido a mi trabajo paso delante de otro colegio, donde sucede exactamente lo mismo. Les sugiero que me desmientan y me encuentren en su hemeroteca las numerosas denuncias de esas situaciones, apelando a las fuerzas de orden público a que actúen y multen a los infractores. Si me muestran un artículo de ese tenor, estoy dispuesto a sufrir alguna penitencia humillante, no sé.., del tipo de hacer un kilómetro de rodillas.

4 - Mi amigo Sarkozy, de prénom Nicolas, santo protector de moros y gitanos, ha bloqueado la frontera con Italia, para que Francia no sea invadida por un puñado de tunecinos. ¿Es esto un peligro? No se lo cree ni él. Es una oportunidad de rascar votos (o de que no se los rasque su amiga doña Marine Le Pen).

5- Y, Frau Merkel, doña Angela (que se lee "Ánguela"), que quiere igualar, ¡cómo no, por debajo! los días de vacaciones de alemanes y españoles.

Es que ella conoce bien que existe el infierno alemán y el infierno español. En el infierno alemán hay sesión de caldera de lunes a viernes de 8 h a 12 h y de 13h a 17 h. En el infierno español se trabaja de lunes a viernes de 8 h a 14 h y de 15 h a 20 h. Y los sábados por la mañana también. Pero cuando ella vaya al infierno sabe que tiene que elegir el infierno español, a pesar del idioma, porque sus compatriotas le aseguran 40 h semanales de sufrimiento calórico, mientras en el infierno español, aunque en teoría suman 61 horas de caldera a la semana, sabe que el responsable de la caldera no llegará antes de las 8 h y 20', que parará más de media hora para el almuerzo, y un montón de excusas más., y que en el fondo no llegará a las 30 h a la semana de suplicio. ¡Tú!, y que no hay que jugársela, que no se trata de soportar una semana, sino de la vida eterna. Es que este es el discurso, el de los españoles vagos, que quieren oír sus compatriotas, previamente "imbecilizados" por sus medios de comunicación.

Sirvan estos ejemplos (tenía más, pero se me han olvidado), para que constatemos el tipo de mensaje que nos están colando nuestros queridos medios de adoctrinamiento. Pero si quieren más escuchen las secciones de deporte (en otros tiempos llamadas de panem et circenses) de cualquier televisión. ¿No saben cuáles son? ¡Sí, hombre!, se distinguen enseguida porque el comentarista pone voz de ñoño integral.

En fin, por hoy ya os he dado una buena dosis de mi adoctrinamiento. Pero este es el bueno, ¿eh?. Hasta la próxima.

domingo, 5 de junio de 2011

La crisis que “nadie” previó y la que puede venir

¡Qué ilusión! Este es mi estreno en este blog de nombre marinero, como el barrio de El Canyamelar, donde nací. Un blog que ve la luz con el objetivo es aportar mi granito de arena para mejorar esta sociedad, para que los seres humanos logremos alcanzar el máximo de felicidad individual y sin que nadie se quede sin su cuota.

Habiendo alcanzado una edad en la que quizás mis facultades para aprender nuevas cosas comienzan a menguar, creo, sin embargo, que puedo contribuir con mi experiencia y mis habilidades innatas y adquiridas para entender el mundo y la sociedad.

Espero que las reflexiones que vaya reflejando en este blog puedan ser útiles a la humanidad presente y futura, y pueda sentir que mi paso por este mundo ha sido mínimamente provechoso.

Hombre, sí que creo que mi vida ha tenido algún sentido, bien que lo haya sido desde una posición modesta. En efecto, hasta ahora tengo la satisfacción de los humildes, esa que comparto con tantos y tantos miles de personas que hacen mejorar el mundo desde su puesto de trabajo, con la ilusión de realizar su tarea cada vez mejor. ¡Una de las más grandes satisfacciones que la vida proporciona ocurre cuando los clientes alaban la calidad de tu trabajo! Y también viceversa: cuando recibes de otra persona la atención que te mereces, e incluso más de la que mereces. Ese reto de superación personal se percibe a menudo (o no tan a menudo) en la gente que nos rodea, y para mí es muy gratificante. Muchas de esas personas son más importantes y grandes que tantas otras cuyos valores son la ausencia de valores morales, porque aquéllas construyen un mundo mejor.

Perdonadme esta disquisición, pero es que sirve de introducción al tema que quiero compartir hoy. Se trata de la crisis que sufrimos desde agosto de 2007 y que, según hemos leído tantas veces, nadie había sido capaz de prever. Mienten estos medios y no sé si lo hacen conscientemente: La crisis fue perfectamente vislumbrada por algunas personas, eso sí minoritarias, que no eran visionarias, sino gente con sentido común, ese que faltó a tantos expertos. También cabe la posibilidad de que algunos de esos expertos supiesen lo que iba a venir y sin embargo callasen. Habrá que hablar más largo y tendido sobre estos expertos en otra ocasión.

La mayoría de estos profetas del desastre anunciado, entre los que me encuentro, éramos personas humildes. Yo diría que en gran parte estábamos situados políticamente en la izquierda, simplemente porque la derecha estaba esos días disfrutando de la borrachera de sus grandes logros económicos y políticos, cuando no beneficiándose personalmente con ellos (para ser justos, también se beneficiaban algunos o muchos "de izquierdas"), con alguna notable excepción. Entre las excepciones recuerdo a Jaime Caruana y a Jacques Chirac. Del primero me quedan las dudas de si hizo todo lo que estuvo en su mano para parar la burbuja en España, aunque reconozco que era difícil en esos años de felicidad ser el aguafiestas que pretendía acabar con la juerga. Del segundo recuerdo uno de sus últimos discursos, como presidente de Francia, donde auguró el próximo fracaso del sistema liberal-capitalista. Recordad que también previó con una notable clarividencia el desastre que iba a producirse en Irak. No conozco toda su trayectoria política, que imagino que tendrá sus sombras, pero creo que fue un hombre que tuvo una gran visión en sus últimos años de poder en Francia. ¿Sería por ello que era tan impopular en su país, sobre todo entre las gentes de derechas que preferían a Sarkozy, mon petit Napoléon?

En fin, mis amigos son testigos de que yo también pronostiqué la formación de la burbuja inmobiliaria en España, a partir del año 1999, y sobre todo desde el 2002, cuando se aceleró tras el estallido de la burbuja de las empresas puntocom, y después del breve periodo de incertidumbre que se sucedió tras los atentados de las Torres Gemelas. Yo lo había comentado con algunos familiares y amigos y empezaba a dudar de mí mismo, pues me parecía que estaba convirtiéndome en un loco cenizo. Me consolaron los descubrimientos de gentes que pensaban como yo, como Caruana y Chirac, como algunas voces de partidos de izquierda en España y como algunos particulares que descubrí en algunos foros de internet y en mis relaciones de trabajo. Todos ellos me disiparon las dudas que tenía de que fuera el único visionario, o que me pudiera estar volviendo loco, por ello los recuerdo muy bien. Y para que quede constancia os adjunto un foro, creo que del portal de Terra, del 2003 que me guardé en el ordenador. Si queréis consultarlo os pongo el link a continuación. ¡Qué bonita casualidad si alguien que escribió un comentario en dicho foro se reconociera ahora!


Si en esa bubuja estuve acertado y me reprocho no haber actuado con más firmeza en denunciarla, en este momento presiento otro peligro mucho más inquietantes, y estos sí, estoy seguro de compartirlos con mucha gente. Esta próxima crisis de la que hablo no es económica sino que afecta a la paz. Comparad los discursos que impregnan la política hoy en día con los de hace veinte años, y observaréis que se está inoculando la semilla del odio en la gente, a base de populismo y extremismo barato. Los políticos no tratan a las gentes como personas que razonan, sino como chusma a la que hacer reaccionar con las emociones. Sería largo extenderme en estas apreciaciones, pero basta que comparemos discursos de políticos y de creadores de opinión (sobre todo de derechas, los de izquierdas serían objeto de otro debate) de ahora con los que se hacían hace unos 15 ó 20 años.

La tolerancia, el respeto al diferente, la búsqueda de puntos de encuentro, son valores en declive en el discurso político, desgraciadamente porque venden más otros muy diferentes. Intentemos cambiar esta tendencia antes de que sea tarde porque si no tengo el presentimiento de que lo lamentaremos profundamente.