viernes, 13 de noviembre de 2015

¿Y si el "proceso catalán" fuera sólo teatro? ..y acerca de otros teatros

Bandeeeras al viento. ¿El alma tranquila?

Dicen que el dinero es muy miedoso y huye en cuanto huele la inestabilidad política. Sin embargo, ¡qué curioso!, no veo que las bolsas españolas se estén derrumbando y eso que los tanques parece que ya están calentando los motores.

La separación sería una mala noticia económica incluso aunque fuera por una vía amistosa. Que se lo pregunten, si no, a cualquier pareja que afronta un divorcio. ¡Cómo no será de complicada si la ruptura es hostil! ¡Pues vaya con los inversores, qué poco olfato que tienen!

Por otra parte, qué mejor desconexión del resto del Estado que dejar de participar en las próximas elecciones generales de un Estado extranjero. ¡Boicot a estas elecciones! ¡Huy, pues no!, no hay ningún partido (salvo la CUP, creo) que haya anunciado que no se va a presentar.

¿Y no se os ocurre otra explicación para este souflé patriótico de un lado y de otro? Recordad la famosa frase: "El patriotismo es el último refugio de los canallas" ...y quizás vayan por ahí los tiros. Yo apuesto a que sí. Bandera y bandido son palabras que comparten la misma raíz. Haced memoria también de las pasadas elecciones catalanas: las banderas ondeando al viento y... ¡alehop! la derecha triunfando en el cinturón rojo de Barcelona.

No estoy negando el llamado "problema catalán". Ese se había resuelto razonablemente en la Constitución, más que por el texto en sí de su articulado, por las actitudes de los protagonistas de entonces. Reaparece desde el momento, ya muy lejano en el que se intentó azuzar a las gentes, de ambas orillas, al odio mutuo. Pioneros fuimos aquí en Valencia, recordemos las incendiarias columnas de María Consuelo Reyna en Las Provincias, digna precursora del incalificable (por contención propia) Federico Jiménez Losantos. Lo que digo es que este problema existe en una parte de la población de ambas riberas, pero que no es tal en las élites: ellas saben que el camino elegido no conduce a nada bueno y que tienen mucho a perder en caso de un enfrentamiento real. Antes llegarían a un acuerdo.


En Salvados no salvo ni al follonero:

Muy interesante el debate entre Albert Rivera y Pablo Iglesias en Salvados, hace unas semanas. Muy "fresco", "informal", "no encorsetado". Sí, pero...gana Albert, al menos en la primera parte.

No descarto que fuera un error de Pablo: no se preparó bien el debate. Y sin embargo, yo creo que algo sí se lo preparó. Pero, ¿es fácil prepararse un debate en el cual no sabes de qué se va a hablar? Si, puedes preparar todos los temas.

...Bien, vamos a ser malvados. ¿Y si alguien le hubiera soplado a Albert cuáles iban a ser los temas de los que se iba a hablar? E incluso seamos más malvados aún: ¿Y si se hubiera preparado el programa en "casa" de Albert? ¿Seguro que lo descartáis? ¡Ah, claro! Es que El Follonero es de izquierdas e inmaculado. ¿Es que el jefe no le puede presionar un poquito? Si cae, como Jesús Cintora, ¿qué porvenir le espera?

La iluminación, el enfoque, etc., parece que también favorecieron al líder de C's. Y, por si fuera poco, el contenido no se dio en directo, y además se editó. Con esto se entiende el porqué de lo que cuesta poner de acuerdo a dos partidos para un debate electoral, y por qué salen tan encorsetados. No descarto que, en los cálculos de Podemos, se prefiriera incluso un debate contra Rivera en desventaja, frente a que ni siquiera hubiera debate. Es preferible que hables tú a que hablen de ti, si se trata de Podemos (o de Compromís, o de las CUP...).


Ribó y su despacho:

Como ejemplo de manipulación informativa os paso este enlace a una noticia sobre una supuesta reforma del despacho del Alcalde de Valencia:


http://www.elconfidencial.com/espana/comunidad-valenciana/2015-11-04/el-pp-airea-el-riboleaks-40-000-para-reformar-el-despacho-del-alcalde-de-valencia_1083629/

Esta noticia estaba desmentida por esta otra:

http://www.levante-emv.com/valencia/2015/11/05/pp-denuncia-reforma-despacho-ribo/13proceso37181.html

Analicemos el proceso de esta noticia:

Se trata de una noticia cuya fuente es el PP valenciano y es publicada de manera preferente por El Confidencial, Levante -EMV y Las Provncias, en sus ediciones digitales: es portada de Levante y 3ª noticia en El Confidencial. Imagino que se distribuyó por varios periódicos más.

Primera "utilización" unánime de todos los medios: La noticia hace portadas sin que ninguno de los medios tenga la decencia (ésta es la palabra correcta y apropiada) de contrastarla con la otra parte; la parte aludida y perjudicada. Es posible que todavía no tengan la información recopilada para dar una adecuada respuesta, pero saben muy bien que la noticia es falsa: no existe la tal reforma.

Muy bien, al día siguiente se produce el desmentido, del cual ya he publicado su enlace.

Segunda intoxicación de los medios: el desmentido, que a lo que parece es la pura verdad, pues no hay contrarréplica del PP, se esconde fuera de portada. Es díficil de encontrar. En el caso de Las Provincias no lo he encontrado. En el caso de El Confidencial estaba fuera de la página de portada (que es bastante más grande que la portada de un periódico de papel). En el Levante-EMV estaba también bastante escondida. Resultado obvio: posiblemente del desmentido se ha enterado un 5% de los lectores, a lo sumo (ellos tendrán las estadísticas).

Hay quien dice que el PP se ha equivocado con este episodio. Yo, sin embargo, creo que ha conseguido sus objetivos.

Esto, que parece un episodio sin excesiva importancia, es una gota en el océano diario de manipulaciones. Si estáis atentos, veréis que es un bombardeo constante. Y los tiros vienen por todos los lados, incluso de los medios que parece que son "amigos". Así se crean los estados de opinión. Así, y de otras muchas formas, no sólo manipulando las noticias. También con las noticias que se dan, las que se ocultan (¿qué está pasando en Portugal?, es un ejemplo), los programas de TV (Gran Hermano, por ejemplo, pero también Isabel o Carlos Emperador, aunque no las he visto), las películas (El Discurso del Rey, esa película inglesa es un ejemplo). No es inocente ese desprecio a la gente del cine por parte del PP: se les quiere substituir por las productoras de Telecinco y Antena 3, que envían el mensaje que se quiere enviar).


Ésta es la batalla, y no otra:

Unos días antes de dejar la Presidencia de la Generalitat, el señor Alberto Fabra dejó aprobadas las concesiones de las TV locales y autonómicas. Enteraos de quiénes fueron los agraciados. Si a eso le llaman Libertad de Información, podéis estar seguros que en Venezuela nos ganan por goleada.

Mientras los medios de comunicación no se vean deslegitimados es imposible que "el pueblo" tenga el poder. Esto no es una democracia, por mucho que lo parezca.

La democracia precisa de medios de comunicación libres y veraces. La objetividad no es exigible, la veracidad, sí. Y la veracidad incluye, no sólo no publicar mentiras, sino que un desmentido tenga la misma importancia que la portada (mismo lugar, mismo periodo de tiempo, misma cantidad de lectores de la web).

La democracia exige también de personas formadas, que sepan encontrar sin dificultad las manipulaciones y las intoxicaciones en los medios de comunicación.

Hace poco vimos un episodio del programa "Salvados" que trataba el tema de la manipulación que se ejercía en los medios de comunicación. El programa fue muy lait (me permitís este anglicismo castellanizado, en sustitución de ligero), pues ese programa se emite en una de las cadenas de la propia mafia manipuladora. Hay que leer entre líneas.

En el programa aludido Umberto Eco nos da otra clave: "La Máquina del Fango". Para destruir a alguien no hace falta ni siquiera mentir, basta con sugerir al espectador o al lector que hay algo turbio. El receptor de la noticia, si no está muy atento (más del 90%) cae en la trampa.

A los que nos ha sido revelada esta verdad nos es obligado actuar como los apóstoles: Debemos propagarla, por todos los medios a nuestro alcance, para que sea de dominio público. Sólo entonces estaremos en disposición de ganar la madre de todas las batallas e impedir que volvamos a la Nueva Edad Media.