miércoles, 29 de enero de 2014

Panorama de tácticas y ofertas para las elecciones europeas

Ha comenzado la carrera para las primeras elecciones. Aunque más que una carrera deberíamos hablar de partida de ajedrez. Eso sí, una partida múltiple y donde cada contendiente parte con un ejército de piezas muy distinto.

En todo caso, e independientemente de nuestras respectivas ideas y anhelos, sin duda podemos ver esta competición también fríamente, como un juego de estrategias, de ideas inteligentes y de pillerías varias. Vamos a analizarlo desde este punto de vista, siempre interesante de seguir, pues nos enseña mucho sobre tácticas.

Las primeras medidas comienzan a atisbarse. Es evidente que una de las principales bazas del PP es intentar vender que ha dado la vuelta a la situación económica. Ya he comentado en otras entradas de este blog mi opinión sobre la situación real de nuestra economía. Pero ahora no se trata de saber si la economía va bien o no. Se trata de ver si la idea que quiere vender el PP funciona o no, que, aunque parecido, no significa lo mismo. No lo subestimemos: no veo, leo u oigo muchos medios de derecha (salvo El Confidencial), pero incluso en medios como La Sexta o El País se nota y mucho la propaganda del PP.

La idea que transmite el PP es simple: Critícame por otras cosas si quieres, eso da impresión de que no eres de mi cuerda, pero vende que la economía está cambiando. Ese mensaje tiene mucha fuerza. El problema es que choca con la vida real de mucha gente. Y por eso no es tan fácil de vender. y por eso los medios "de izquierdas" lo venden de manera sibilina, pero dan marcha atrás cuando saben que el mensaje no cala y que les puede hacer perder credibilidad. Pero no dudéis de que hay un no desdeñable porcentaje de la población para la que la crisis no les ha golpeado mucho (ver encuestas del CIS) y a los que ese mensaje, repetido por medios de comunicación de todos los colores, les puede entrar.

Uno de los ejemplos más claros de ello es la línea de El País: Siempre se destacan las noticias económicas positivas. Una noticia concreta del otro día: "El FMI triplica la previsión de crecimiento para España en este año". Es evidente que la palabra "triplica" tiene un significado "euforizante". Es cierto: pasó de pronosticar un crecimiento del 0,2% al 0,6%. ¿A que puesto así el dato ya no es tan guay?

Y vamos viendo también el cambio en el panorama electoral. Las elecciones europeas poseen estas características diferenciadoras respecto de las elecciones generales:

1- Poseen un elevadísimo grado de proporcionalidad, algo muy peligroso en este momento para PP y PSOE.

2- La gente las considera secundarias (participación por debajo del 50%). Es por ello que el voto "a la contra" (por ejemplo, con mensajes como "ciudado que vienen los comunistas" u "ojo al tripartito") no tienen mucho efecto.

3- Por la misma razón son una buena oportunidad para "dar un voto de castigo" al Gobierno.

Añadamos que, aunque la economía mejore es difícil que sea lo suficiente como para que su efecto en la población se haga notar, para concluir que el PP tiene una papeleta bien difícil. En condiciones normales es fácil que se obtenga un resultado electoral parecido a las respuestas directas del CIS incluso aunque quizás exista un poco más de apoyo hacia el PP por el efecto del "voto oculto" o "voto vergonzante" (serían votantes del PP que no se atreven a contestar en las encuestas porque tienen vergüenza de confesarlo, algo que dicen los que las hacen que puede estar ocurriendo). Estas fueron las respuestas del último barómetro:



¡Si lo que refleja esa encuesta se produjera habría poca diferencia de votos entre el PP e IU!

Entonces, ¿cómo dar la vuelta a esas nefastas previsiones? Queda mucho para las elecciones y esto sólo acaba de empezar. Podéis estar seguros de que tendremos muchas sorpresas de aquí a entonces. Pero ya se va viendo alguna táctica. O así lo veo yo.

En todo caso, antes de hablar de ello os presento otra "curiosidad" que nos ofrece el CIS:



Podéis ver que el líder del tercer partido por número de votos es desconocido para el 30,7% de la población (más un 11,7% que contesta "no sabe"). Compárese con el conocimiento de líderes de partidos mucho menos importantes (por número de votantes), como Rosa Díez o como Durán i Lleida. De los trece miembros del Gobierno por los que se pregunta en esa misma encuesta Cayo Lara se sitúa por detrás de seis de ellos y sólo es significativamente más conocido que cinco de ellos. La primera táctica consiste en silenciar el "enemigo", que no cale su mensaje. Fijaos cómo con el tema del aborto se da mucho más cancha a las opiniones diversas de miembros del PP (que hacen de "oposción" a sí mismos) que a las opiniones de otros partidos.

Es evidente que una buena táctica es dividir al enemigo. Así se pierden muchos votos. Por ejemplo con el Partido X, Equo, o la nueva formación de Pablo Iglesias se puede tratar de desgastar a Izquierda Unida.

En ese panorama cabe preguntarse si la división de la Derecha la beneficia o la perjudica. es curioso cómo han aparecido Ciutadans y Vox. UPyD ya existía, pero ahora, precisamente cuando parece que está más consolidada, ¡oh casualidad!, parece que tiene menos "cancha" en los medios. 

Una primera impresión nos diría que la desunión perjudica a la derecha. La hipótesis que nos venden los medios es que hay un "cabreo" entre facciones del PP. No descarto esa hipótesis, pero creo que es demasiado pronto para que los medios hayan dado el vuelco y apuesten por la oposición y en contra del PP. Todavía queda mucho trecho para las elecciones importantes (las autonómicas y locales, para las que queda más de un año) y el dinero (la publicidad del estado, de las autonomías, de los ayuntamientos, entre otros chollos) lo tiene quien lo tiene.

Pero si somos más "sibilinos" y malpensados y seguimos viendo a la Derecha española como una máquina de propaganda formidable, cabe otra explicación: Esta división de la derecha puede dar vías de escape a los votantes de derechas, de manera que no se queden en casa el día de las europeas.  No darán votos al PP, pero se lo darán a un partido de derechas. Si ese partido consigue 5 eurodiputados, pues eso que se resta a la izquierda.

En política hay personas, y por tanto hay amores, odios, egos y superegos, desencantos, encuentros y desencuentros. Pueden surgir las sorpresas, no lo descarto. Pero también hay intereses, hay que financiar las "nuevas ideas" y eso no se consigue así como así. Aunque las elecciones europeas no tengan "gran importancia" pueden dibujar un mapa preocupante que condicione a la gente para el futuro. Y esto ya es más grave. Hay mucho dinero en juego. Y un partido como el PP tiene a mucha gente diseñando las estrategias. Pensad en una empresa multinacional. Si se equivoca es porque la competencia ha sido más inteligente o audaz. Pero no hay alternativa al PP, al menos no hay alternativa que le llegue a la suela del zapato en cuanto a capacidad de pensar estrategias, pues cuentan con infinitamente mucho más dinero que los demás.

Bueno, pues yo soy malpensado, ¿y vosotros?