Llama la atención el contraste
que existe entre la avalancha de buenos datos económicos con que nos bombardean
los medios de comunicación y la realidad que uno encuentra cuando pregunta a
amigos y conocidos. ¿A qué se debe ese divorcio? Voy a intentar explicar lo que
creo que está sucediendo.
Vayamos por en primer lugar a
analizar los datos positivos.
Hay que comenzar por apuntar que
actualmente se está viviendo un momento de respiro económico internacional,
situación que explica una gran parte de los datos positivos macroeconómicos. No
creo que sea duradero, pues muchas de las causas de la crisis que comenzó en
2007 continúan sin resolverse lo más mínimo. Pero el espejismo actual puede
durar unos meses e incluso unos pocos años. Hay un cierto paralelismo entre lo
que ocurre hoy con la situación que se vivió en 2010 y primera mitad de 2011,
cuando el Gobierno de Zapatero hablaba de los "brotes verdes".
La favorable situación
internacional se debe, en gran medida a la inundación de liquidez que están
favoreciendo los bancos centrales (de EEUU, Reino Unido y Europa, en lo que más
nos afecta), al crecimiento de los países emergentes (aunque ya más moderado)
y, muy importante, a la finalización, por el momento, de la crisis del euro,
tras la famosa frase de Mario Draghi de verano de 2012.
Es obligado comentar lo que está
sucediendo con las cifras de paro. Es evidente que la tasa de paro está
comenzando a bajar. Lo hace la de apuntados el INEM, con mucha claridad. Muy
probablemente lo hará la EPA con los datos del último trimestre, aunque
seguramente con datos más moderados. Pero una gran parte de la reducción del
paro proviene del retorno de muchos emigrantes a sus países de origen. En menor
medida se produce también la emigración de jóvenes (y adultos) españoles; y
también debemos apuntar la menor entrada de jóvenes con relación a la población
que se jubila. Por tanto la reducción del paro no se debe, más que en una
pequeña fracción, a la creación de puestos de trabajo netos.
Evidentemente debemos
congratularnos de que haya creación de puestos de trabajo, aunque sean de
ínfima calidad. Siempre serán preferibles al infierno del paro. Pero no todo
vale. Es evidente que si, exagerando, en España las condiciones laborales
fueran como las de China, se podría competir con ellos en trabajos de mano de
obra intensiva (en teoría, pues con los precios de la luz, costes de SS, IVA,
etc que tenemos habría que ver hasta dónde llega la competitividad). Pero no
sería la solución, y además se hundiría el consumo (que ya está muy tocado).
En todo caso, si la realidad
coincidiera con la presentación de las cifras de empleo estaríamos como en los mejores
tiempos de la burbuja. Desde luego, no es eso lo que se aprecia en la calle, ni
en las empresas, ni en los comercios.
La prima de riesgo está cayendo
gracias a la coyuntura europea e internacional. También podemos añadir que
gracias al Gobierno, quien ya ha aprendido a no cometer los errores que tuvo
durante sus primeros meses. Ya saben en qué deben estar callados y lo que
tienen que esconder. Es muy buena noticia que baje la prima de riesgo, pues eso
hace descender el déficit (déficit que deriva del pago de intereses) y permite
a las grandes empresas españolas financiarse en el mercado internacional a un
precio más asequible. Tiene sin embrago, una cierta contrapartida. La prima de
riesgo empeora la rentabilidad de los bancos españoles, que son los mayores
tenedores de los títulos de deuda española.
En el gráfico siguiente se puede comprobar el impresionante éxito económico de
Rajoy:
Como vemos en ese gráfico de
Infobolsa de 19 Nov. 2013 Rajoy ha conseguido que la prima de riesgo de España baje
de casi 400 a unos 237 durante 2013. Pero es que su éxito ha sido tal que
también ha conseguido que bajen las primas de todos los países PIIGS. E incluso en
varios de esos países la prima de riesgo ha bajado más que la española.
La bolsa ha subido en el último
año. Es evidente que la situación internacional es lo que mejor explica esta
situación si bien hay quien dice que la bolsa española es de la que más han
subido.
Se habla también de que el dinero
internacional está volviendo a España. Bien, la situación de gran liquidez
creada por los bancos centrales hace que se puedan diversificar las
inversiones. En efecto, si me sobra liquidez puedo desviar una parte de ella
hacia activos de más riesgo, como los bonos de países PIIGS. Además la propia
sensación de riesgo se ha ido atenuando con la actual coyuntura.
Hay otro factor que explica la
inversión extranjera en España. Dicho factor es la necesidad de liquidez que
había y hay en ciertas empresas y administraciones públicas españolas. Eso
puede explicar que se esté "malvendiendo" y que ello cree una
apariencia de riqueza. Pero esto es la riqueza que te crea acudir a la casa de
empeños. Dura lo que dura y ya has perdido tu patrimonio por una cantidad de
dinero ridícula. Estemos muy atentos a ese efecto, porque es muy peligroso, es pan para hoy y mucha hambre para mañana (en una entrada anterior ya comenté la posibilidad de caer en esta tentación).
Hay otros indicadores positivos
secundarios, muy ampliamente publicitados por la propaganda oficial, como la
venta de coches, que ha crecido un poquito (espero que sea la de coches nuevos,
la que sí que ha crecido mucho es la de coches-chatarra de más de 10 años) y
otros similares.
El turismo exterior va bien, este
año ha sido de récord. Algo tiene que ver en ello la situación internacional,
la económica y también la política (la situación de los países árabes). Pero
también influye mucho la devaluación de precios y salarios que se ha producido
en España. Y la paz social.
Pero pasemos a los indicadores
negativos.
Las exportaciones, una de las
cantinelas de la propaganda oficial, se ha estancado últimamente. Añadamos a
ello el impacto, nada positivo para la "Marca España" del último suceso
protagonizado por Sacyr en el Canal del Panamá.
El consumo no puede subir por
varios factores. En primer lugar los que trabajan lo hacen cada vez en peores
condiciones salariales. Cada vez hay menos porcentaje de parados con
prestación. Los jubilados van a ir perdiendo poder adquisitivo, porque ya no se
indexa su salario con la inflación. Y los precios energéticos, impuestos,
copagos, etc. no ayudan a que quede mucho para consumir. Además los ahorros de
la época dorada se van agotando, por lo que hay que vivir exclusivamente de lo
que se gana.
Las cuentas del Estado van de mal
en peor. No nos fiemos de las cuentas oficiales pues están llenas de trucos.
Las mentiras son útiles mientras no se descubren. El problema es que, si cuando
se descubran las consecuencias van a ser peores, es mejor no mentir. Al menos
das alguna impresión de seriedad. Pero esta banda sólo piensa en ellos mismos y
en las próximas elecciones (que viene a ser lo mismo); nunca en el país que
dejan.
Como ejemplo de truco del almendruco
os paso esta noticia de la que sólo leí el titular:
http://economia.elpais.com/economia/2013/12/13/actualidad/1386943752_061888.html
Otro ejemplo fue la
tergiversación de la noticia del déficit público: a mitad de año ya había
rebasado el objetivo de todo el año. Se dio, sin embargo, como un éxito (creo
que se comparó con la del año anterior, que estaba inflado por el rescate de
Bankia).
¿Acaso esconder la deuda la hace
desaparecer? En la realidad que dejan a nuestro hijos, no. Pero en la
propaganda que nos embuten todos los días, sí.
Como ejemplo de lo que son las
cuentas del estado no hay más que mirar la evolución deuda pública. En
la época del tan criticado ZP, en su peor año, con el Plan E y todavía sin
recortes, la deuda subió en 128.000 M€. Los años restantes quedaron por debajo
de los 100.000 M€. Pues el año 2012 subió en 147.000 M€, todo un récord. Y este
año pasado, de seguir la tendencia de los tres primeros trimestres se situará
en el entorno de los 100.000 M€ (si el déficit está sólo en el 6,5% del PIB, ¿por qué la deuda se incrementa en el 10% del PIB?).
Se reduce el paro e incluso se
crea empleo, pero no se reduce el déficit de la SS. Más bien al contrario. O
bien los trabajadores son de peor calidad (peores salarios, trabajo a tiempo
parcial, o bien hay más impagos de las empresas a la SS. O ambas cosas, que es
lo que creo.
Y no hablemos de las
"perlas" que tenemos agazapadas y a punto de darnos un susto en
cuanto nos descuidemos: las autopistas de peaje, el déficit de la tarifa
eléctrica. Y la situación de las grandes constructoras, porque algunas noticias
como el problema de Sacyr en Panamá parece más bien que es un problema de
solvencia de esta empresa, y no creo que lo sea precisamente a causa de sus
obras en Panamá. Y la entrada de dinero de Bill Gates en FCC me suena a mí más
bien a una oferta "chollo" a la desesperada por un problema de
liquidez de FCC (su filial en Polonia está quebrada) que a las buenas perspectivas de esta empresa. No olvidemos que
las grandes constructoras gestionan servicios tales como las recogidas de
basuras de muchos municipios, y ya vemos cómo están los ayuntamientos
españoles.
Entre las "perlas" que están a punto de explotar encontramos la situación financiera de la Comunidad Valenciana. No os digo que sigáis la columna de Gregorio Martín en el Levante-EMV, porque os deprimiríais. Lleva ya no sé cuántos años escribiendo todos los lunes sobre la quiebra de esta autonomía. Para que veáis que las agonías pueden ser largas, la capacidad de huida hacia adelante es sorprendente. Pero los destinos inexorables acaban sucediendo.
Hay otros datos negativos
secundarios, como los créditos impagados, las inversiones de las empresas, etc.
Creo que de lo hasta aquí
expuesto se concluye que sí, que hay algunos datos positivos, pero que están
cogidos con alfileres. Los datos negativos son "fundamentales", los
positivos son "coyunturales". Tengo la intuición (intuición basada en
los datos expuestos) de que toda esta recuperación es efímera, no sólo la
española, también la internacional. En cuanto aparezca algún factor
desencadenante todo este espejismo se derrumbará como un castillo de naipes.
Los “éxitos económicos” son siempre muy relativos; pueden venir por la
coyuntura internacional o por siembras que realizaron gobiernos anteriores. Un
ejemplo claro, no del gobierno pero sí de una empresa, es el caso de Rodrigo
Rato en Bankia. Cuando él se hace cargo de Bankia ya está quebrada (Blesa y
Olivas son los principales responsables de ello, que no los únicos), no puede
impedir la catástrofe (aunque tiene responsabilidad en los movimientos
desesperados, como la venta de acciones que arruinaron a mucha gente). De igual
manera, los problemas económicos pueden deberse a causas ajenas al gobierno de
turno.
De nuestros gobernantes
deberíamos exigir altura de miras, acción a largo plazo e interés por el bien
común. Perdonadme, pero en el actual gobierno no veo ninguna de estas virtudes. Pero es que la virtud no sirve para ganar elecciones.
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