martes, 31 de diciembre de 2013

El invierno de la primavera árabe


Stanley Kubrick: «Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas, como prostitutas».

Hace unos años las poblaciones de los países árabes nos parecían incultas, atrasadas, radicales, intolerantes e incapaces de alcanzar la democracia. Hay mucho de propaganda en todo esto, pues eso mismo no ocurría hace unos 20 años; los árabes, o más bien los musulmanes (hay árabes cristianos y una gran parte de los musulmanes no son árabes) no tenían mala prensa, al menos en Europa (España, en tiempos de Franco, no tenía relaciones diplomáticas con Israel). Ahora los musulmanes son los malos de la película, junto a los los norcoreanos, los cubanos y los chavistas venezolanos (pensad si esto es casual tras acabar de leeros este artículo). Cualquiera que haya viajado a uno de estos países, como por ejemplo a Marruecos, cambiará rápidamente de opinión sobre sus gentes, pues son muy acogedores.

Por eso quizás no nos podíamos explicar que de repente se pusieran a reclamar la democracia. En Túnez, en Egipto, en Libia, en Siria, en Yemen, en Bahrein. Sospechosamente esto no sucedió en el país más necesitado de democracia, Arabia Saudí (es curioso cómo va cambiando la lengua, cuando yo era joven se decía Arabia Saudita, de igual modo que a los israelíes se les llamaba israelitas; el desierto del Sáhara se pronunciaba Saara y no Sájara). Tampoco hubo protestas reseñables en Marruecos, ni en Jordania.

Veamos el mapa actual de la zona: 

·        Irak, un país destruido tras la guerra, y aún más tras la posguerra, como muy bien intuyó Jacques Chirac, un político del que se apreciarán mejor sus cualidades con la perspectiva de la distancia,  Siendo como soy de izquierdas, hubiera preferido a un Chirac para mi país antes que un Zapatero. Un vistazo a los motivos de dicha desolación y apreciamos que los sunitas (o suníes) están peleados con los chiítas (chiíes) y con los curdos (lo consulto en el diccionario de la RAE y compruebo que lo había escrito mal, ya no se debe escribir kurdo, ni kurdistán, ni qatar, ni qatarí, aunque todavía esté aceptado; sin embargo están permitidos israelí, israelita, chií, chiita, sahariano y saharaui).

·        Egipto es un enorme país, pero está sumido en un caos social inmenso, destruido de nuevo internamente por peleas entre islamistas y no-islamistas (aquí entra una amalgama de gente de ideologías muy diversas: demócratas de izquierda, de derechas y no-demócratas). El ascenso al poder de los Hermanos Musulmanes dio lugar a un interesante dilema: ¿Es lícito oponerse al acceso al poder de los no-demócratas por cualquier medio? Yo soy partidario de no oponerse a ello, al menos mientras no desmonten la democracia con leyes contrarias a la misma. ¿Qué razón democrática les podemos oponer? Pero tampoco podemos tolerar que una mayoría niegue los derechos de las minorías, en especial los derechos fundamentales. Si la mayoría ha votado renunciar a sus derechos fundamentales podríamos decir que allá ellos, pero hay que defender a la minoría que no los ha votado, ya hice un comentario similar en otra entrada anterior de este blog acerca de los límites que tienen las mayorías.

·        Siria es otro país donde la "revolución" ha devenido en una guerra civil sin final. Es curioso que en Siria los países occidentales hayan apoyado inicialmente a fuerzas que, en su mayoría eran dudosamente democráticas. Y aún peor, se está armando a grupos que integran el, en teoría, mayor enemigo de occidente, léase Al Qaeda (de momento, creo que se escribe así y no Al Caeda o Alcaida). Todavía es más "sospechoso" que, con la excusa de "apoyar la democracia", se envíe dinero a la "oposición" al "régimen" (véase que siempre que se quiere desprestigiar a un Gobierno se le llama así en tooodos los medios de comunicación occidentales, y con ello no estoy defendiendo a dicho Sistema Político); pero sin embargo se niega la entrada en la Unión Europea a los refugiados que huyen de la guerra. No me digáis que no es harto curioso.

·        Otro país convertido en un infierno es Libia, con intervención militar occidental mediante. El señor Gadaffi sería un impresentable, instigador de un acto terrorista como fue el atentado del avión de la Pan Am en Lockerbie, pero la actual situación de la población de Libia es incomparablemente peor que la que tenía. Y ahora ya no intervenimos. Y los opositores al régimen eran una clara minoría. La mayoría de la población libia disfrutaba de una vida relativamente desahogada.

·        Llama muy poderosamente la atención la inmensa presión que la llamada "comunidad internacional" ha ejercido sobre Irán, hasta conseguir doblegar a su actual gobierno. No voy a defender a un régimen que basa su esencia en el integrismo religioso islámico, pues representa el extremo opuesto a mis deseos. Pero se nos presentó la anterior victoria electoral de Ahmadineyad como un pucherazo, cuando estoy convencido de que no fue así. Si bien creo que los que votaron en su contra representaban "las vanguardias" del país, la clase intelectual más urbanita, joven y cultivada, Ahmadineyad ganó en las clases sociales más atrasadas y rurales.

·        ¿Y qué países nos quedan? Túnez, que renquea con una revolución que apenas cambió ligeramente las cosas (haciendo verdad la famosa frase: "Que todo cambie para que todo siga igual"). Y en Bahrein y Yemen que yo sepa las revoluciones fueron aplastadas sin ningún miramiento, ni la menor atención de los medios de comunicación de esa maravillosa "comunidad internacional" que nos gobierna).

·        No es un país árabe, pero estemos atentos a la situación de Turquía. Un país heredero de un antiguo imperio, pero que siguió siéndolo hasta la aparición de Lawrence de Arabia, y que algo les queda de vocación imperialista. Hay "movimientos telúricos" últimamente, aunque todavía están en estado incipiente.

Perdonadme que sea tan retorcido y malpensado, pero todos los países sumidos en el caos eran más o menos "vecinos de Israel". Y tienen pocas posibilidades de salir de ese caos en una buena temporada. Cada uno de esos países tenía de alguna manera una organización política estable, con un ejército, digamos que digno de tal nombre. Los únicos "vecinos de Israel" con ejército que quedan son Turquía (miembro de la OTAN y aliado tradicional de Israel, aunque su gobierno islamista "moderado" y "democrático" ha "virado" un poco en esas relaciones) e Irán, que ya hemos visto como está. Pakistán queda lejos y es un problema mucho más complicado.

Cuando un país está saturado de gasolina es fácil incendiarlo prendiendo una mecha. Pero no se suele inflamar por sí solo, prender la mecha implica organizar una operación política y ello necesita de dinero, tiempo y buenas ideas. No teneis más que comparar con lo que sucede aquí en España; la única acción bien organizada es la que pretende el referéndum catalán, porque hay dinero y organización detrás de ella.

Yo no puedo dejar de sospechar. Cada vez que la "Comunidad Internacional" toma una iniciativa más o menos "militar" por una "causa justa" me pregunto si no se nos esconden otro tipo de razones digamos que económico-imperiales-coloniales. Y me respondo que si tiene plumas, si tiene pico de pato, si nada como un pato y si vuela como un pato....debe ser porque probablemente se trata de un pato.

Os deseo un feliz Nuevo Año 2014.


sábado, 7 de diciembre de 2013

Mis películas de 2013 (y 2)

De todas las facetas artísticas de la vida actual creo que el cine es la que reúne, por lo general, a los mejores talentos. Podemos congratularnos de que vivimos, con diferencia, la época de la Historia más brillante en talentos artísticos. Es lógico, no es más que pura probabilidad estadística. Nunca hubo en el mundo tanta cantidad de gente que pudiera dedicarse en cuerpo y alma a la creación. Nunca se pusieron tantos medios al alcance de los genios. Y el cine es la modalidad que más presupuesto aglutina. Además, el cine aúna imagen, música, literatura, actuación. En resumen, lo aglutina todo.

Disfrutemos del cine, pero retribuyamos a los artistas que lo hacen posible. Y a los técnicos. Y a los productores que arriesgan su dinero en él. Y a todos los demás que hacen posible que nos lleguen sus obras. Hagámoslo nosotros antes que otros lo hagan. Ya he dicho en otras ocasiones, que nos sale más barato si los pagamos nosotros.

Después de este pequeño sermón de bienvenida, entramos en materia. En la entrada de blog anterior había comentado mis impresiones sobre "True Grit" y sobre "Amour". La siguiente en pasar por mi tribunal examinador es una producción española, "Blancanieves" de Pablo Berger.

Me gustó "Blancanieves", es una buena película. Es arriesgado realizar una película muda y en blanco y negro. La historia es muy original, simpática. El cásting está muy bien elaborado. Las actuaciones son buenas. Las imágenes y la música muy cuidadas. Merece la pena verla. Una pega le pongo: Me quedó una sensación como de haber visto el trabajo de fin de carrera del alumno más brillante de la clase. Berger es un hombre maduro, pero ha realizado pocas películas. Es por ello que, a pesar de su edad, le considero todavía una "promesa" del cine español. En el sentido de que tiene unas ideas magníficas, pero aún le queda recorrido para alcanzar su punto de plenitud como director. Esperemos que no desista, a pesar del "tropiezo" de aceptar el encargo del anuncio de la Lotería.

"En la casa" (Dans la maison) de Ozon es otra de las películas con las que he disfrutado este año. Parece que Ozon hace cine para gafapastas, al menos eso me dice algún amigo mío francés, a quien no le gusta su cine. No conocía a este director. Esta película es agradable, fácil de ver, apta para casi todos los públicos, sin dejar de tener ese aroma de "cine intelectual". Lo agradezco. Un director tiene libertad para hacer lo que le dé la gana, pero creo que le gustará si, además de a una pequeña intelectualidad (que en muchos tiene más de "pose" que de intelectual) logra alcanzar el favor del gran público. 

En "En la casa" se realiza una simpatiquísima composición del proceso de creación de una obra literaria. Es remarcable cómo se va cambiando el desarrollo de la historia y cómo se acaba perdiendo la noción sobre lo que es ficción y lo que es realidad. Tiene un bonito final esta película. La única pega que le veo es una falta de humildad: los personajes intelectuales son tratados como seres superiores, mientras que hay otros a los que se les trata quizás con un poco de desdén.

Hago aquí un hueco para una pequeña reseña acerca de "Searching for Sugar Man", el aclamado documental de Malik Bendjelloul. Es una película bonita, tierna, que cuenta una historia real alucinante. Quizás la pega que le pongo es haber elegido el documental como vehículo. Cada uno es libre, pero creo que un documental es un género periodístico, y debe, por tanto, sujetarse a los hechos. Se pueden permitir algunas licencias cinematográficas para no hacerlo aburrido, pero todo está sujeto a unos límites que no se deberían atravesar. Y para mí que se han sobrepasado en este documental. No hay más que leerse la entrada de la wikipedia acerca de Sixto Rodríguez para apercibirse de que se han omitido algunos datos importantes. Para hacer lo que se ha hecho hubiera sido más honesto darle un formato que no fuera el documental (por ejemplo, una película "basada en hechos reales", como "Fargo" o como "Intouchables").

Es el turno de "Gravity" de Alfonso Cuarón. Esta película es toda una fantástica experiencia visual. Os aclaro que la vi en el cine y en 3D. Algo perderá si se ve en casa y en 2D. Por suerte el director no se pierde en contarnos una historia complicada. Recuerdo la película "Melancolía" de Lars von Trier: muy bonitas imágenes, pero un guión lamentable. Aquí no. El guión es muy simple, podríamos denominarlo "naïf", pero la acción está muy cuidada, no te deja tomar aliento. Se puede discutir la verisimilitud científica de algunas escenas, pero eso es una cuestión secundaria. El cine se puede permitir algunas pequeñas licencias respecto de la realidad, todo sea por el resultado final de entretener. La actuación de Sandra Bullock (prácticamente el film es un monólogo suyo) es impecable.

Y terminamos con otra película difícil, que ha tenido muy buenas críticas. Se trata de "La vida de Adèle" (La vie d'Adèle) de Abdellatf Kechiche. Si "Gravity" es una experiencia visual, "La vie d'Adèle" es toda una experiencia emocional. Es cierto que soy más amigo de las tragedias griegas o shakespearianas, como es el cine de Kubrick o de los Coen. Pero no desdeño las composiciones poéticas, que sólo pretenden "hacerte sentir", como es el caso de esta muy grata película. El éxito de la misma se fundamenta en varias bazas, que os expongo seguidamente. 

Por un lado se aprecia el uso (casi a nivel de abuso) del primer plano. Gracias a ello vivimos lo que le acaece a Adèle casi como si nos sucediera a nosotros. Pero también nos sentimos agobiados, sentimos la necesidad de respirar de vez en cuando. Kechiche nos da algún respiro de vez en cuando, pero sólo en contadas ocasiones.

En segundo lugar contamos con dos actrices en estado de gracia. Las interpretaciones de Adèle Exarchopoulos y de Léa Seydoux son memorables.

La tercera baza es el devenir de la historia, que resulta creíble, honesta. Todo se va desarrollando porque "Es muss sein", porque tiene que ser así. Y son experiencias que nos son muy cercanas. Nos vemos reflejados en el proceso de crecer, de enamorarnos, de sentir la pasión, de aprender de la vida, de tomar nuestro camino, único, personal, intrasferible. Y de madurar, de comenzar a ver las discrepancias, los defectos del otro, ésos que estuvieron ocultos durante el flechazo, el "coup de foudre". Y de recibir los golpes del desamor, de no querer aceptarlo y de resignarnos al fin. Ya nunca volveremos a sentir como con el primer amor. Todo queda muy bien desarrollado, con una exquisitez de detallista. ¿La película resulta larga? No sé cómo quedaría siendo más corta, pudiera ser que no nos causara el mismo efecto. Pero, aun cuando disfruté de ella, en un par de ocasiones le eché un vistazo al reloj. Pero lees los comentarios acerca de esta película (filmaffinity) y a la mayoría de sus apologetas la película les pareció incluso corta.

Termino con una reflexión.  A cada persona le gustan unas películas. El gusto es muy personal. Pero ello no quiere decir que no haya reglas. Comparadlo con la belleza física de las personas, sucede algo similar. Una persona puede ir más o menos con tu gusto personal, pero existe un consenso general sobre las personas que son bellas y las que no.



viernes, 6 de diciembre de 2013

Mis películas de 2013 (1)

Buena cosecha, ésta del 2013 en cuanto a la calidad de las películas estrenadas. No dispongo de excesivo tiempo para ir al cine, de ahí que me tenga que conformar con unas pocas ocasiones para ver películas en la gran pantalla. Esto es una desgracia, por un lado, pero también es una suerte. Así selecciono y me ahorro algún que otro bodrio.

Voy a hacer unas pequeñas reseñas críticas de las películas que he visto en el cine durante este año que termina. Espero que aún pueda ver alguna más antes de que acabe. Procuraré no desvelar las tramas, para quien quisiera leerme y ver luego las películas.

¿Por cuál empezamos? No sé si "Valor de Ley" (True Grit) es de 2013, creo que más bien la vi en el cine en 2012. En todo caso la tengo en vídeo y me la he visto ya como diez veces durante este año. Soy un fanático de los hermanos Coen. Son los mejores directores de este último cuarto de siglo. Y creo que no llegan más lejos porque les falta paciencia para hacer que sus películas sean perfectas. Claro, que si tardaran demasiado en hacer una película, pues como que su negocio se resentiría. En esto se diferencian de Kubrick.

"Valor de ley" es una película magnífica. No la considero el primer western de los Cohen, pues "No es país para Viejos" se puede considerar también una reinvención del western: Por los magníficos paisajes johnfordianos y por la caza del hombre, dos temas muy propios del western. Pero "Valor de Ley" es un western clásico (eso sí, con unos toques del cinismo y humor mordaz marca de la casa coeniana), con todo el sabor de los western de la época dorada de este género (la época de John Ford, Hattaway y compañía), al que sin duda se rinde homenaje. En esta realidad reside la grandeza de esta película, pero también esto mismo constituye su limitación. Ha sido quizás un corsé demasiado estrecho y por eso nos suena un poco a un "déjà vu", a película en blanco y negro. En todo caso creo que le pasará como a "Barry Lyndon", otra película que "no correspondía a las modas de su época" y por ello fracasó comercialmente (y también fue recibida con críticas no muy entusiastas). El fracaso comercial de "Barry Lyndon" se ha transformado hoy en un enorme éxito de venta de DVDs, y reposiciones en TV y es una película considerada como una gran joya artística de todos los tiempos. Y así también la considero yo.

Los valores (valga la redundancia) de "Valor de Ley" son universales y atemporales y están magistralmente representados en sus tres personajes principales:

En primer lugar, el Marshall caza-recompensas Rooster Cogburn. No os perdáis la memorable interpretación de Jeff Bridges en versión original (lo siento por los dobladores, es imposible mejorar el original). El hombre, de fuerte carácter, curtido en mil batallas, que ha dejado de de tener fe en sus valores, que está de vuelta de todo, derrotado, alcohólico, vapuleado por la vida (y por sus mujeres), que ya no cree en nada. La pequeña Mattie Ross le hará recobrar temporalmente la esperanza, hará renacer fugazmente al hombre íntegro que fue antaño y que todavía perdura en lo más recóndito de su subconsciente. Pero él no se engaña, sabe que al final tiene que apartarse, antes de sufrir un nuevo desengaño.

Por otro lado tenemos al Ranger LaBoeuf. Compañero de profesión de Cogburn, pero mucho más joven. Cree en sus valores, que son su guía, los que le han enseñado durante su instrucción como Ranger. Muy a su pesar, le toca ceder frente al fuerte carácter de Cogburn, quien le demuestra en cuanto puede que sus valores le importan un bledo. Incluso los más pequeños detalles, como la manera de encender un fuego de campamento son ignorados por el feroz marshall. Para más inri, resulta que el pobre LaBoeuf tiene un defecto: es tejano, y esa cualidad, en lenguaje coeniano, la traduciríamos al castellano como lepero (con perdón de los habitantes de Lepe). Para los Coen, los tejanos son como la escuadra austrohúngara de Berlanga: no pueden faltar a la cita.

Y el tercer personaje es la protagonista, Mattie Ross, que nos representa la inocencia de la pre-adolescencia (aunque veremos que no es tan inocente), el espíritu de lucha y el de aventura (en esta película me emociono especialmente con la escena que en mayor medida representa la emoción de comenzar una aventura). Es la voluntad indómita de esas gentes que colonizaron el continente americano. Su integrismo religioso es también marca típica de muchos westerns. Sin duda se necesitaba una religiosidad ruda para soportar aquella vida tan dura.

Los tres personajes principales de la película están magistralmente dibujados y por ello la interpretación "fluye" sin problema en sus actores. Porque son actores estupendos y porque interpretan a personajes (como los he descrito, más que personajes se trata de arquetipos) creíbles, consecuentes. La virtud de los Coen ha sido crear a unos personajes mucho más creíbles que en la versión que protagonizó John Wayne, aunque en aquella época las películas era muy difícil que no estuvieran edulcoradas.

Me encanta el final que añaden los Coen, que es, desde ese punto de vista, absolutamente consecuente. Mattie no puede ser diferente de como la pintan. Y Cogburn no puede tener otro destino (bueno, existiría otra alternativa para él, pero entonces la película no tendría ese final). ¿Y LaBoeuf? Bueno, la evolución de ese personaje se queda más abierta, y por ello el final es el que es (Es muss sein, que diría aquél). 

Y para finalizar esta reseña, el tema de la película es la búsqueda de la justicia (la que es posible en aquella época y sus circunstancias), el valor, la determinación y, cómo no, la caza del hombre. Completan la película una muy adecuada banda sonora y unos paisajes impecables. La he disfrutado todas las veces que la he visto. 

La siguiente película también tiene toques de obra maestra. Se trata de "Amor" (Amour), de Haneke. Es, para mí, la mejor película de este intrigante director. He de decir que ésta fue la primera película suya que vi, dato que no es baladí. "Amor" no es una película fácil, no le gustará a todo el mundo. En el fondo, y aunque parezca lo contrario, tampoco "Valor de ley" es una película fácil. Por lo menos no es fácil de apreciar todo su sentido, y por ello deja un poco fría a mucha gente. Pero "Amor" es más difícil de soportar, hace falta ser un tanto "gafapasta" (antes se decía intelectual o cultivado). 

Aconsejo a todo aquél que tenga aprensión contra las películas "intelectuales", lentas, complicadas, que haga ese esfuerzo de intentar comprenderlas. Esto es como aprender a ir en bici o aprender a esquiar, o a hacer windsurf, etc. Al principio se pasa mal, pero después ese sufrimiento se torna en un placer que resulta difícil de comparar con el placer que proporcionan las películas, digamos, ligeras. No es tanto un placer de "connaisseur", de iniciado, de sentirse parte de una minoría "selecta", que también, ¿por qué no? Superarás pronto esa fase y disfrutarás simplemente de apreciar en plenitud el verdadero genio creador humano.  El gusto artístico, como tantos otros aspectos de la vida, requiere maduración. Y hay quien no la consigue nunca, simplemente porque lo desprecia, porque no es capaz de hacer el esfuerzo de comprender.

Volvamos a "Amor". Es esta una película de amor, sin duda, y de ahí su título. Pero es lo más destacado, junto a las magníficas interpretaciones de Trintignant, de Riva y, en menor medida, de Huppert, es la atmósfera asfixiante que se va creando, de la que sientes una enorme ansia de escapar, pero no puedes. El director nos muestra un pequeño indicio de que podría tomar el derrotero de enseñarnos las "bajezas físicas". Nos lo enseña para decirnos que él no va a continuar por ahí, no va a tomar ese camino fácil, pero engañoso. Es lo mismo que ya nos hizo en "Funny Games", donde nos dijo que ni el sexo ni la sangre van a formar parte de sus recursos; que podría hacerlo, pero que eso sería hacerse (hacernos) trampas.

No, la angustia nos viene sin remedio porque pronto sabemos cuál es el final. Y porque sabemos que ese final es cierto y nos puede suceder cualquier día.