sábado, 17 de diciembre de 2016

María Rozalen e Hirozaku Koreeda

La mayoría de vosotros no conoceréis quiénes son estos dos personajes de los que quiero hablaros en esta entrada. Y si alguno, por casualidad, los reconoce se preguntará que qué puñetas tienen que ver entre ellos.

Pues bien, ambos dos comparten la poesía y su amor por la perfección. ¿Son poetas? No exactamente, que ella es una cantante y él es un director de cine. Pero también son poetas. Y ambos rozan la maestría en sus respectivos trabajos. Ambos constituyen los dos agradables descubrimientos de este 2016 que está a punto de acabar. Pero vayamos por orden.


María Rozalén:

Ella es otro diamante que descubro viendo una entrevista en Rusia Televisión. En este caso es una cantante que no parece tener connotaciones políticas en sus letras. ¡Oops! A no ser porque se dice lectora de la poesía de García Montero, ese comunista.  

María Rozalén es lo mejor que he oído en mucho tiempo. Las letras de sus canciones son pura poesía, y sin ñoñeces. Las canta con enorme ingenio y gracia. Como lo vive y disfruta actuando, eso se transmite al público. La música está en perfecta sintonía con la letra.

Y, por si todo lo anterior no fuera suficiente, su vídeo de la canción "80 veces" es una obra maestra. Aquí os lo dejo. No se puede ofrecer más por menos. Con sólo dos caras, cuatro brazos y dos flores. ¡Cuánto talento, de ella y de su compañera Beatriz, que canta en silencio! Os aconsejo que lo pongáis en grande, en pantalla completa.




Fue verla en la entrevista, donde interpretó la canción "Me arrepiento", pasar a ver en YouTube el primer vídeo...y no poder dejar de oírla. Es la mejor artista que he conocido en años.


Hirozaku Koreeda:

Bueno, advierto que este realizador no es apto para todos los públicos. No, apreciarlo exige un aprendizaje. Sobre todo para los que todavía no han salido de los filmes comerciales. No, en sus películas se aburrirían, porque no pasa nada. Pero pasa todo. En la mejor tradición del buen cine japonés, como en "Cuentos de Tokio", de Yasujiro Ozu, no pasa nada, pero pasa la vida entera. Con toda su profundidad, y con toda su poesía.

A Koreeda lo descubrí hace meses cuando vi su película "Nuestra hermana pequeña", un encantador encuentro de cuatro chicas; tres hermanas que, al morir su padre, descubren que éste había tenido otra hija con su última mujer. Me quedó el recuerdo de una película agradable y delicada, sin llegar nunca a la cursilería.

Y, con miedo a llevarme una desilusión, le di una segunda oportunidad cuando supe de su siguiente película, "Después de la tormenta". Pero no fue así. Sin perder para nada ese estilo que parece sencillo, pero que tan difícil es de conseguir, esta vez Koreeda nos ofrece unos brochazos de la vida de un hombre, arquetipo del egoísta, irresponsable con su familia y narcisista. Un tipo que quiere ser escritor pero de momento, y posiblemente por siempre, no es sino un fracasado que usa las corruptelas y los sablazos a los conocidos para sobrevivir. Y ese contraste entre sus sueños y sus miserias está resuelto con maestría por el director, quien alcanza diálogos y sentencias realmente sublimes. Hay momentos, eso sí, sólo algunos momentos, que roza la categoría de obra maestra.

http://www.filmaffinity.com/es/film968604.html

Koreeda lleva más de veinte años como realizador. Con 54 años aún le queda recorrido para ofrecernos otras maravillas, y quizás mejores. Amén. Que así sea.