lunes, 30 de abril de 2012

¿Es Hollande la gran esperanza para Europa?

Cuando escribo esta entrada todavía no se ha realizado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Parece ser que lleva ventaja el "socialista" François Hollande sobre Nicolas Sarkozy, mon petit Napoléon venido a menos. Se le está poniendo como la gran esperanza de Europa, tanto aquí en España, como en otros países. Bien, aunque la política francesa no la sigo con la misma intensidad que la española, por lo que me puedo equivocar todavía más, os aporto mis ideas, a añadir a tantas otras opiniones que se están vertiendo. Creo que ofrezco algunos datos que no se están teniendo en cuenta.

En primer lugar, no tengo claro que gane Hollande. ¿Y por qué? Pues porque la primera vuelta la han ganado los partidos de derecha. En efecto, la UMP de Sarkozy, más el FN de Le Pen, más los "centristas" de Bayrou creo que suman más del 50% de los votos. A favor de Hollande juega la desmotivación de esta derecha frente a Sarkozy, pero son votos que a última hora los puede recuperar, y desde luego no son votos de Hollande. A pesar de las encuestas, que le otorgan los de una parte del FN.

Recordemos cómo fallaron las encuestas de la primera vuelta. Para mí que muchos votos que recibió el FN, que no aparecían en ellas fueron votos de castigo de última hora contra Sarkozy, de gentes que votan normalmente a la UMP, por eso no lo hicieron público en las encuestas, estaban entre los indecisos. Estas encuestas creo que son más fiables que las de primera vuelta, pues parece algo más difícil el trasvase de votos de un candidato al otro. Pero puede haber indecisos y los pronósticos están muy ajustados.

Si gana Sarko, no habrá sorpresas. Buenos, salvo para los gitanos, moros, rumanos, negros y alguno que otro más. Pongámonos en la hipótesis de que gana Hollande, un señor, ¿de izquierdas? En Francia los socialistas están un poco más a la izquierda que los socialistas españoles, lo que no es gran mérito, sin duda. Incluso, el otro día, estuve oyendo a Sarkozy y parecía, a pesar de todo, ¡más centrado que lo pueda estar Ruiz Gallardón en España! Eso para que lo situéis los que no estais en el día a día de la vida política francesa. Y es que ser la nación que guarda las esencias de la Revolución deja su sello. En España el PP está más cerca del discurso de Le Pen que del de Sarko. Y el "ala derecha" del PP, v.g. la lideresa, ni siquiera tiene mucho que ver con Le Pen, cuyo discurso no es precisamente neoliberal.

¿Qué problemas tendrá Hollande? Comencemos por el resultado de las legislativas, que creo que son para antes del verano. ¿Saldrá un resultado similar a la primera vuelta de las presidenciales? Pues lo va a tener un tanto crudo, con lo que ellos llaman "cohabitación": un Gobierno de derechas con un Président de gauche. A pesar del poder del presidente....mal rollo, ¿no? ¿Y en Europa? La situación financiera de Francia, aunque los españoles se la cambiaríamos a ojos cerrados, no es , tampoco, muy boyante.Por ello...C'est Madame Merkel qui posède le fric, d'oú son pouvoir! (frase que viene a decir, que la señora Merkel es la dueña de los cacaos). Y el resto de gobiernos europeos es abrumadoramente de derechas.¿Y hay alguien que dude que Mr Hollande es un candidato del establishment?

Eso sí, en Europa comienza a haber gente que vislumbran con claridad que la política de recortes tiene como destino el desastre. Por ello la política de Merkel tiene los días contados. Eso sí, y ya lo avancé en alguna entrada anterior (ver "Acerca del rigor en las finanzas públicas", mi entrada de 12 de septiembre pasado), el control del déficit a nivel de cada uno de los Estados que formamos parte del Euro es innegociable para Alemania, y lo entiendo perfectamente, porque en un club cada uno tiene que pagar la cuota que se acuerda, y no la que a cada uno le dé la gana.

Por tanto, el único efecto Hollande ya se ha producido, de alguna manera, porque ya se va tomando consciencia de que hay que virar de rumbo. Lo malo es que si España mejora ya podemos imaginar quién se va a colocar las medallas. De Hollande no espero grandes sorpresas, si bien la France es de los pocos países con el courage suficiente para atreverse con nuevas soluciones. Por ello todavía albergo esa esperanza, pero es una llamita que está ahí, muy en el fondo de mi alma.

Una breve anotación, para terminar. Todavía no acabo de descubrir quién le montó el numerito del Sofitel a DSK, aunque los sospechosos siguen siendo los mismos.

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