La verdad es que llevo unos días
rumiando la idea de complementar mi artículo anterior, titulado "¡Qué
verdes eran mis brotes!". Y he llegado a la conclusión de que me había
quedado corto. Puesto que el mismo superaba de largo las 1.000 palabras me ha
parecido más adecuado editar esta segunda parte.
En primer lugar, al escribirlo
olvidé consultar mi despensa de "ideas de temas a tratar", donde voy
incluyendo cosas (ideas, artículos de prensa, estudios de economía, frases de
autores en libros o películas, etc.) que me pueden servir de base para escribir
una nueva entrada de este blog.
Otro dato importante es que en
los últimos días se ha producido la plasmática aparición de Rajoy, vendiéndonos
de nuevo la burra de que la crisis será “over” para el próximo año. Como es
marca de la casa de los dirigentes principales de ese partido (recordemos a
Aznar con su juego de ponerse y quitarse las gafas con ese aire tan serio, tan
estudiado, que hasta me daba risa), y muy en especial de Mariano Rajoy, las
declaraciones adquieren un tono de solemnidad que a la gente predispuesta les
debe parecer que escuchan la verdad revelada. Por suerte cada vez convencen a
menos.
Vamos a echar unos números. Hemos
tenido un déficit por encima del 10% del PIB (contando ayudas a la Banca) y
tenemos que llegar al 3%. No nos hagamos trampas al solitario: cuento las
ayudas a la banca porque el déficit es "malo" para una economía porque se incrementa la
deuda pública. Hay que contarlo todo, aunque una parte del mismo sea
coyuntural. Al precio que se está financiando el déficit español, este incremento de deuda significa del orden de 3.500
MM€ de más en intereses para el próximo año. Tampoco nos asustemos, es un 0,35%
del PIB de más que tendremos que ajustar el año que viene, pero que hay que
añadir a lo que se ya se está haciendo. El problema es que llevamos ya varios
años en el que la carga de los intereses es cada vez mayor, tanto porque la
deuda aumenta, como porque también lo hacen los tipos de interés que pagamos
(la famosa "prima de riesgo"). Es evidente por el lado del gasto público (o de la inversión pública) no
puede venir la recuperación. Más bien al contrario. Y además, el gobierno, que
saca pecho de sus esfuerzos, debería ver estas proyecciones de la UE:
http://ec.europa.eu/economy_finance/eu/forecasts/2013_winter_forecast_en.htm
En ese enlace queda claro que
España es el único país de Europa que no tiene su déficit bajo control, a pesar
de que en el Gobierno se empeñen en decir lo contrario. De hecho ¡la UE predice que el déficit español vuelva a aumentar en
2014! Es cierto que también predicen un crecimiento económico y una bajada del
paro. Pero si nos fijamos eso ocurre para todos los países. Las predicciones de 2014 parecen la carta a los Reyes Magos (como las previsiones que vienen haciendo siempre, donde siempre mejora la situación a partir del segundo año).
¿Alguien piensa que el consumo
interno nos vaya a hacer crecer este año o el próximo? Permítanme que lo dude.
Entonces, ¿qué otros factores nos
quedan? Bueno sí, ¡las exportaciones! Sí, las exportaciones a países emergentes
se comportan bien. No tengan duda: muchas empresas españolas saben que su única
posibilidad de supervivencia pasa por exportar. La apuesta por la exportación
ya existía en tiempos del denostado Zapatero, aunque son éstos del PP quienes quieren
ponerse todas las medallas. El problema es que una parte importante de las
exportaciones españolas van a la UE (tenemos muchas fábricas de automóviles) y
ahí no parece que las cosas pinten igual de bien. Como muestra podéis consultar estos enlaces:
http://blogs.elconfidencial.com/economia/valor-anadido/2013/04/04/europa-tiembla-francia-pasa-de-amour-a-autentico-horreur-8238
http://www.spiegel.de/international/europe/economic-crisis-hits-the-netherlands-a-891919.html
¡Vaya! Parece que Francia y
Holanda están ya comenzando a caer en el mismo hoyo que los PIGS. Y a UK no le
van las cosas mucho mejor, a pesar de sus QE's (QE significa que le dan a la
máquina de imprimir libras esterlinas, pero ni así).
Eso sí, la balanza mejora porque
2012 fue un buen año para el turismo y porque las importaciones descienden.
Pero tampoco esperemos grandes mejoras. Con más crisis en Europa no debemos esperar
mejoras en el turismo. Lo único que espero que mejore son ¡las remesas de
nuestros emigrantes! (y también se seguirán reduciendo las remesas que envían los
inmigrantes a sus países).
¿Podemos esperar un incremento de
la inversión de las empresas en España? No lo veo, aunque las empresas (y los
bancos) españolas hayan reducido sus deudas. Pero sólo lo han hecho en valor absoluto, en realidad ahora necesitan más años para pagarlas, pues han reducido en mayor medida el cash flow, Gai de Liébana dixit. Y en todo caso las veo más bien invirtiendo fuera
de España que dentro de España. Y lo mismo se puede pensar de las empresas
extranjeras. Sólo se me ocurre una excepción a dicha afirmación: Y eso resultaría
si se privatiza el patrimonio (incluyendo en esa definición las empresas
y servicios públicos) del Estado.
Hago esa excepción porque pueden
ir por ahí los tiros. Pero advierto al lector: Esto significaría "romper
la hucha". Se entiende enseguida: Si privatizo es como si rompo una hucha,
o como si vendo las joyas de la abuela. Consigo aliviar mi situación
momentáneamente, pero hipoteco mi futuro. Si además lo que hago es vender una
empresa pública con beneficios (léase, por ejemplo, las loterías) es todavía
peor, pues en el futuro perderé sus beneficios. Mucho me temo que las cosas
vayan a ir por ese camino.
Si algún lector me ha seguido
desde mis primeras entradas de este blog, sabe ya que no soy un talibán anti-privatizador (pero todavía
menos soy un talibán pro-privatizador). Mi respuesta a la pregunta
¿privatizaciones sí o no? es: depende de qué se privatice y de cómo se
privatice. Ahora bien, si atendemos a la historia de la mayoría de las
privatizaciones realizadas hasta la fecha mi respuesta sería: "Privatizaciones
¡no, gracias!"
Y si fuéramos unos gestores
estupendos, las privatizaciones deberían ir exclusivamente a reducir la
deuda. Es decir, si hacemos la analogía con una familia, en vez de gastarnos el
dinero de la hucha, deberíamos ir al banco a amortizar parte de la deuda que
debemos, con lo cual ni siquiera con las privatizaciones debería conseguirse un
mayor crecimiento, salvo el que se dedujera del alivio de la carga de los
intereses.
Es decir que, salvo si se actúa
en las privatizaciones con trampa, no hay posibilidad de crecimiento a medio
plazo. Al menos si la política de austeridad de la UE, y más concretamente de
la Eurozona no varía. No hay signos de ello en el horizonte, aunque la solución
de la crisis económica debería ir por ese camino de cambio de la política europea. Pero esta cuestión merece una nueva entrada de blog, que dejamos para otra ocasión..
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