jueves, 5 de enero de 2012

Escrito desde el cielo

 
Paso unos días de vacaciones en mi casita de la montaña. Intento olvidarme de los problemas cotidianos, aunque no me resulta del todo sencillo. La Naturaleza, es decir, el paisaje de mi valle y las nevadas, que son particularmente intensas este año, me  acercan al karma, a la paz del espíritu. A esta tarea también contribuyen el fuego de la chimenea y mis cedés de Mozart y Tchaikovski. Y la adorable compañera que eligió compartir mi camino, desde entonces nuestro camino. Muy al contrario, la Técnica, que debería estar al servicio de mi felicidad, y confieso que muchas veces lo consigue, es quien me devuelve de vez en cuando a la dura realidad de la crisis. Lo hace valiéndose de mi teléfono móvil, de mi imeil y del dichoso aparato lector de deuvedés que sólo me permite ver una de cada cinco películas que me he traído. Para mayor desgracia he traído otras grabadas en un pendraiv, pero se me olvidó traer el aparato que permite que se vean en le tele. Aunque pueda verlas en el ordenador no es lo mismo.

La verdad es que aun y contando con esos pequeños inconvenientes estoy seguro de que, si el Cielo existe, sin duda se habrá inspirado en esta sensación que me envuelve estos días, y que tantas veces he encontrado aquí. 

Con este estado de ánimo hoy por fin encuentro tiempo para revisar mi blog, donde sé que me aguardan varios temas pendientes. Cuando los reviso no tengo la menor duda de cuál es el que ahora debo terminar, aunque la tarea me parece hercúlea, estoy algo perezoso. En los borradores había guardado un guión y varias frases que debo incluir en el artículo, pero no me es fácil darle forma. Mis apuntes incluyen frases poéticas, algo para lo que no estoy dotado. Me miro en el espejo del escritor Sánchez Dragó. Me refiero al escritor de hace veinte años y no al tipo de persona en que se ha convertido en los últimos tiempos. Ni sé ni me interesa saber cómo escribe él ahora. Leí en su tiempo el comienzo de su exitoso libro de cuatro tomazos, de título “Gárgoris y Habidis”. Me di cuenta de que lo que me gustaba de su libro no era lo que él escribía sino las citas. Sólo puedo pretender imitarlo.

Sánchez Dragó fue comunista en su juventud. Como Federico Jiménez Losantos, Miguel Ángel Rodríguez y Ricardo Blasco. Este último militó en el FRAP, que era un movimiento ultra-izquierdista que llegaba al crimen político. No tengo el menor aprecio por estas personas. A algunas de ellas las considero realmente malvadas.

He dejado escrito en otros artículos de este blog que no estoy de acuerdo con las ideas comunistas. No sé qué pensar de los regímenes comunistas. En general, regímenes como Corea del Norte deben ser detestables, aunque no dudéis de que todo está exagerado por los medios de comunicación. Evidentemente el triunfo de ideas comunistas es lo peor que le podría suceder al establishment. ¿Os imagináis al Rey de España re-educado como Pu Li (o Pu Yi, no me acuerdo bien) en “El último emperador”?

Y, sin embargo, quiero reivindicar a muchos comunistas que nada tienen que ver con regímenes despóticos. ¿Son seres monstruosos, malvados y detestables los Bardem o Willy Toledo? No, en lo poco que los conozco. Son gente que han triunfado en su trabajo y que, a pesar de eso, se preocupan por el prójimo y desean un mundo más justo, eso es todo. No todos los que triunfan pueden presumir de ello.

Hace unos días, tras la muerte de Cesaria Evora, me entretuve viendo videos suyos en youtube. Comencé por ella y, como sabéis, en youtube te van relacionando a otros vídeos, no sé con qué criterio, de manera que termino escuchando a Buena Vista Social Club la canción "Hasta siempre comandante". Leí después algunos comentarios de la gente sobre dicha canción. La mayoría eran saludos de comunistas de todos los países que imaginéis, y también de los que ni imagináis que alberguen a comunistas.  De entre los que leí extraje estos, me gustaron:

“Lailacresta” escribe:

"Come la cantavamo volentieri, tanti anni fa... Ma dove sono tutti, oggi? Si sono lasciati travolgere dal berlusconismo?"

Varios comentarios después “tizzianogp800” le contesta: 

"No Laila, io la canto ancora e quando l'ascolto ho sempre un groppo alla gola, forse siamo solo stanchi, stanchi di lottare contro i mulini a vento, stanchi di lottare contro la televisione, stanchi di lottare contro i luoghi comuni, stanchi di questo mondo dell'apparire e non dell'essere. Comunque sempre felice ed orgoglioso di essere stato e di essere comunista. A noi non ci lobotizzeranno maiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!"

Recuerdo a otro ilustre izquierdista, creo que también comunista, Jose Saramago. Me encanta la canción que canta Misia con su letra:

Quem se da, quem se recusa / quem procura, quem alcança / quem defende, quem acusa / quem se gasta, quem descansa / quem faz nós, quem os desata / Quem morre, quem ressusita / quem dá a vida, quem mata / quem duvida e acredita / quem afirma, quem desdiz / quem se arrepende, quem não / Quem é feliz, infeliz / quem é, quem é coração.

Lo he traducido con la inestimable ayuda de Google, más una pizca de sentido común:

Quién se da, quién se niega / quién busca, quién consigue / Quién defiende, quién acusa / Quién se gasta, quién descansa / Quién hace nudos, quién desata / Quién muere, quién resucita / Quién da la vida, quién mata / Quién duda y opina, quién afirma y desdice / Quién se arrepiente y quién no / Quién es feliz, infeliz / Quién es, quién es, corazón.

Y termino con otro gran poeta comunista, al que de joven me encantaba leer en prosa, pues no estaba de moda entonces la poesía, mi estimado Pablo Neruda. Esta es la dedicatoria de sus cien sonetos de amor.

Señora mía muy amada, gran padecimiento tuve al escribirte estos mal llamados sonetos y harto me dolieron y costaron, pero la alegría de ofrecértelos es mayor que una pradera. Al proponérmelo bien sabía que al costado de cada uno, por aficción electiva y elegancia, los poetas de todo tiempo dispusieron de rimas que sonaron como platería, cristal o cañonazo. Yo con mucha humildad hice estos sonetos de madera, les di el sonido de esta opaca y pura substancia y así deben llegar a tus oídos. Tú y yo caminando por bosques y arenales, por lagos perdidos, por cenicientas latitudes, recogimos fragmentos de palo puro, de maderos sometidos al vaivén del agua y la intemperie. De tales suavizadísimos vestigios construí con hacha, cuchillo, cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto. Así establecidas mis razones de amor te entrego esta centuria: sonetos de madera que sólo se levantaron porque tú les diste vida.

Feliz año nuevo.

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